El gran tesoro sumerio de León

Tras rodar durante años por sótanos, al fin el Museo Bíblico podrá mostrar los tesoros que ha guardado en cajas. Han pasado varias décadas desde que el profesor holandés Van Dijk, experto en las primeras civilizaciones, legó a su alumno Jesús García Recio las más importantes colecciones sumerias, un legado de incalculable valor. García Recio, licenciado en semíticas y ciencias bíblicas y párroco de la localidad leonesa de Aleje, podrá ahora cumplir el sueño de su mentor y mostrar un tesoro que, sin duda, atraerá a León a los estudiosos de las religiones, científicos, arqueólogos e historiadores que quieran conocer los primeros testimonios escritos de la humanidad. El Museo Bíblico cuenta con más de 10.000 volúmenes, incluidos textos cuneiformes, egipcios, hebreos, arameos, coptos y etiópicos, así como más de un millar de piezas, como terracotas mesopotámicas.

Los fondos del Museo Bíblico y Oriental están cargados de historias apasionantes de las culturas que surgieron en el valle bañado por los ríos Tigris y Éufrates. Maravillas como dos pictogramas de la época Uruk (2.800 a. de C.). Mensajes enigmáticos, algunos aún pendientes de ser traducidos, o una tabla de dividir infantil, con dos errores, fechada en el siglo XIX antes de Cristo y una de las primeras letras de cambio. Un contrato de adopción de la era mesopotámica, en el que figuran los padres, el nombre del niño y los testigos; inscripciones reales, himnos de hace miles de años, cartas paleobabilónicas, algunas con su sobre de arcilla, que nunca han sido abiertas...