Stieg Larsson incendia las librerías

Lisbeth Salander llega a un hospital de Gotemburgo gravemente herida. Tiene una bala alojada en la cabeza. Su vida depende de la rapidez y habilidad del cirujano. La pirata informática no llega sola al centro sanitario. También ha sido ingresado Alexandre Zalachenco -asesino a sueldo de la inteligencia soviética- como consecuencia de las heridas que le causó Lisbeth con un hacha. Una vez restablecido, Zalachenco seguirá obsesionado con su presa. Lisbeth, que, como era previsible, sobrevive a la operación, tendrá que emplear su sabiduría informática para defenderse.

Así comienza La reina en el palacio de las corrientes de aire ( Destino), tercera parte de la serie Millennium, un fenómeno editorial sólo comparable al de Harry Potter. Destino tenía pensado lanzar 400.000 ejemplares, pero debido a las peticiones de los libreros ha aumentado la tirada a 500.000. Desde ayer está a disposición de los lectores. Su precio: 22.50 euros. En Suecia, en una semana, se vendieron 450.000 ejemplares de esta tercera entrega. El autor de este boom, Stieg Larsson, no pudo disfrutar del éxito de los más de doce millones y medio de ejemplares que se han vendido de los dos primeros títulos: Los hombres que no amaban a las mujeres y La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina. Ambos han sido traducidos a 40 idiomas. Larsson murió de un infarto el 9 de noviembre de 2004. Tenía 50 años. Meses antes había trabajado como un animal (con días de dormir tres horas) para dejar acabados los tres volúmenes.