León de Campollano, para que guarde a Paloma

Enrique Ponce arrancó ayer la tarde ya con buen pie. El del homenaje y el reconocimiento, el del cariño del público, la plaza y la empresa de León. Gustavo y Pedro Postigo, junto con Ángel Martín, el más veterano de los trabajadores de la plaza, le entregaron después del paseíllo a León de Campollano, un magnífico ejemplar de tres meses de mastín leonés, criado por José Luis Moncada.

«El maestro Enrique Ponce leva nada menos que 16 años consecutivos toreando y saliendo por la puerta grande de esta plaza, algo que no ha ocurrido en ninguno de los cientos de cosos en los que ha actuado», explican los hermanos Postigo. «En todos estos años, el maestro se ha entregado de corazón a una afición que siempre ha sabido corresponderle con cariño, con entusiasmo y mucho respeto».

Para rendirle homenaje, los empresarios pensaron que la «mejor forma de materializar toda esta corriente de afecto que une al maestro Ponce con la afición de esta ciudad sería entregarle algo que representa a la perfección el espíritu, el carácter y la naturaleza de la gente de esta tierra».

Enrique Ponce recibió el mastín leonés, con el que se mostró encantado, con un deseo y un encargo muy especial por parte de los aficionados: «Esperamos, maestro, que lo disfrutes muchos años y estamos seguros de que León será el mejor amigo y el mejor guardián de tu niña Paloma».

De momento, la preciosa cría de mastín mostró toda su docilidad en su aparición pública en el ruedo leonés.