El partido de la jornada
Sin afanes polémicos | MARTÍN
Se juega en Valladolid entre el Pevafersa Valladolid y el Reale Ademar. Partido de la jornada que tiene alicientes máximos para ser considerado el derbi (con mayúsculas) porque tiene todas las premisas que llevan a la denominación: partido de rivalidad regional entre equipos cercanos geográficamente, con dos aficiones que siguen apasionadamente su marcha y por añadidura, en juego estará la tercera plaza de la liga, objetivo prioritario de ambos equipos para la presente temporada. Se jugará esta tarde en la capital del Pisuerga. Reale Ademar en Valladolid tendrá que volver por donde solía, con la garra y la lucha como armas principales para poder conseguir una victoria sobre el Valladolid que, en esta ocasión, además del factor cancha, parece tener el equipo en mejor momento que Reale ademar, como evidenciado está en los últimos encuentros jugados que han llevado, a los de Pucela, al tercer, deseado lugar de la tabla, en el arranque de la competición, después del largo paréntesis de la liga Asobal.
Ahora bien en todo derbi juegan factores que pueden restar distancias, inclinando al final la balanza de la victoria del lado de aquel equipo que sepa jugar con fortuna sus mejores bazas. Las del ademar se basan en hacer carne de realidad y efectividad su lema: Ademar a luchar. Posiblemente dicho queda, el momento de forma del Valladolid sea mejor que el de Reale ademar. No tiene bajas importantes en sus filas, en tanto el equipo leonés no podrá contar con una de sus bazas importantes, con matices decisivos, cual es la de Martín Stranovshy el jugador, que por las características de sus hacer sobre la cancha, puede elevar el nivel de sus compañeros y el animo de los seguidores. Posiblemente podrá estar en pista Carou, muy importante en defensa. Defensa y ataque. Fortaleza y seguridad en la primera y profundidad y goles en la segunda. Estoy pidiendo la repetición del primer partido jugado esta temporada, en el palacio de deportes de León, que finalizó con una victoria amplia, por siete goles de diferencia, a favor de Ademar. En ese partido Mikel Aguirrezabalaga firmó una actuación sobresaliente marcando siete goles, siendo un auténtico ariete golpeando la muralla defensiva pucelana.