Casillas rebaja la euforia: «No sería un fracaso no ganar nada»
El día después de golear en media hora al Getafe, de mantener el liderato con autoridad, de mostrar su portentosa pegada con Ronaldo e Higuaín el Madrid, por boca de uno de sus capitanes, Casillas, rebajó ayer la euforia de sus aficionados con una advertencia que sorprendió a más de uno: «No sería un fracaso que no ganemos nada. Se trata de un proyecto para varios años».
El guardameta blanco se alinea así con lo mantenido por Florentino Pérez al comienzo de su nuevo mandato. La frase puede sonar a broma en un club que ha invertido 252 millones de euros en fichajes. Pero también significa que en la casa blanca han aprendido la lección.
La eliminación ante el Olympique de Lyon en la Champions fue un punto de inflexión. Antes del varapalo frente a los galos, en el Madrid no paraban de hablar y de soñar con la conquista de la décima en el Bernabéu. A fuerza de repetirlo, se convirtió en un dogma de fe incuestionable. Aunque oficialmente no se decía, era un secreto a voces que el equipo se había construido para ganar la Copa de Europa, o cuanto menos, llegar a la final, y desde luego para superar los fatídicos octavos de final. Esta idea se instaló en el vestuario y se manifestó con declaraciones de algunos jugadores en los medios alardeando de una superioridad sobre los franceses que luego no se plasmó en el campo, pero que provocó el enfado de los rivales. La imagen de prepotencia y soberbia de antaño se empezaba a extender. El gol de Pjanic devolvió a los blancos a la cruda realidad. En el club escarmentaron y decidieron no cometer más errores.
La Liga se convirtió en el único objetivo, pero en la directiva son conscientes de que el Barcelona también juega. Florentino no quiere subordinar y condenar su proyecto a la consecución de un título que puede resistirse.
La adaptación perfecta de Cristiano a la competición española es la mejor noticia. El fichaje del luso ha permitido al Bernabéu disfrutar de un futbolista espectacular, con desborde, regate, velocidad y un golpeo a balón parado impresionante.
El Madrid es el máximo anotador en la Liga con 78 tantos, ocho más que el Barça, lo que le permite tener el golaverage a favor a expensas del gran clásico. Esta privilegiada posición en la clasificación ha rebajado las críticas a los árbitros.
Los blancos no quieren distracciones y sólo piensan ya en el derbi del domingo ante el Atlético, cuando ya sabrán el resultado del Barça. «El que no falle se hará con el título», reconoció Casillas. Es decir, quien pierda tendrá que consolarse con el proyecto de futuro.