Diario de León

CAZA

La media veda de la codorniz levanta el telón

Cientos de cazadores aprovechan el primer día hábil para cobrarse las primeras piezas

Una percha de 12 codornices. Es el promedio de la vega del Esla.

Una percha de 12 codornices. Es el promedio de la vega del Esla.

Publicado por
P. Vizcay | León
León

Creado:

Actualizado:

Suave amanecer con el rastrojo empapado de rocío, cielo pintado de nubes altas y el canto de la codorniz como música de fondo. Ese era el cuadro que se encontraron los aficionados que masivamente salieron a reencontrarse con el campo en la primera jornada de la media veda. Casi entre dos luces, a las siete de la mañana, sonaban los primeros disparos de los impacientes que disparan «de oído», pues la codorniz arrancando al alba, de cara a la luna llena, es como una sombra fugaz que se intuye mas que se advierte. Un poco mas tarde, hacia las siete y media, llegaba la algarabía de disparos, voces y ladridos de perros. La fiesta había comenzado. En las crónicas anteriores a la apertura habíamos augurado una buena temporada, nos congratulamos de haber acertado. Es la codorniz ave de paso que llega cría y se va cuando su instinto se lo ordena. Otras veces se mueve del monte al páramo y del secano a la ribera o viceversa. Puede afirmarse en este primer avance que las vegas y páramos tienen codorniz como en los años buenos y que en los secanos con regueras en precario también han quedado codornices.

Los pájaros abatidos y cobrados son aves «hechas» con potente vuelo y dispuestas a partir cuando el «guión» de paso se lo indique y eso, tal vez la nota negativa, puede llegar antes de lo deseado. Porque de las impresiones recogidas en la amplia geografía leonesa y de la propia experiencia en esta mañana de lunes 15 de agosto en Campo de Villavidel, se ha comprobado que están agrupadas lo que, con luna llena, puede vaciar el campo en una sola noche.

En toda la vega baja del Esla, en ambas márgenes, se ha cazado bien con perchas que oscilan entre las diez y las quince codornices por la mañana. También en el Páramo Bajo y en los campos de Vallecillo, Villeza y Joarilla de las Matas. Bastante peor en el secano puro y duro, donde se ha empacado la paja y los rebaños de ovejas han «trillado» el rastrojo, pero eso ya se temía. Como en los últimos años parece que la codorniz mejora su instinto de conservación. Allí donde puede vuela hacia el maíz o la remolacha sin apenas aguantar la postura del perro y, cuando el sol comienza a levantar el rocío, desaparece del rastrojo hasta que, bien entrada la tarde, el astro rey afloje sus rigores. Es por eso que hacer un cupo de 35 codornices es casi misión imposible, pero es por ello también que, si el tiempo no lo impide, estos maizales conservarán aves hasta el final de la temporada. En los campos sin protección, sin embargo, tras las primeras jornadas casi desaparecerán y tan solo una entrada de fortuna en los últimos días, dará alegría al colectivo de cazadores.

La media veda se prolongará hasta mediados de septiembre. Veinte días hábiles los martes jueves, sábados y domingos. Este será el tope máximo, porque algunos acotados, siempre a la baja, establecen su propio calendario. De momento toca disfrutar con la más pequeña y más sabrosa de las gallínaceas que nos visitan.

tracking