El Coll de la Gallina y la Bola del Mundo, dos finales de órdago
Un final de etapa inédito y otro que ya lució su exigencia en el 2010. Esas serán dos de las ‘estrellas’ de la próxima edición de la Vuelta a España que promete mantener el espectáculo en la montaña sin olvidarse de la lucha contra el crono capitalizada esta en un par de jornadas.
El caramelo para los escaladores lo representarán los Pirineos con varias etapas en alto en la que la del Coll de la Gallina se erige como la más destacada. Eso sí, la imposibilidad de llegar a lo más alto dejará la meta en la zona del Santuario de Canòlich sin que la etapa pierda un ápice de su exigencia. Ocho kilómetros de ascensión con un desnivel medio del 9% y rampas que llegarán a 19 son las credenciales de este ‘coloso’ que nada tiene que envidiar a la Bola del Mundo, en este segundo caso situada en tierras segovianas y que regresa a la Vuelta tras su exitoso estreno en el 2010.
En cuanto al Coll de la Galllina, Unipublic tiene previsto situarlo al final de la primera semana de la carrera. La Bola del Mundo lo hará en el penúltimo día.