fútbol. tercera división
Estampida en el Huracán
Quince futbolistas solicitan la baja del club trepalense. De la Riva no dio la cara y Teresa Lage se compromete a liberarles pero no firma el reconocimiento de deuda.
Villafañe, en primer término, junto al resto de futbolistas que pidieron ayer la baja.
La destitución de Carlos Valiño conduce hacia una de las peores crisis que ha vivido el Huracán Z en los últimos años. El grueso de la plantilla sigue enfrentada con la directiva del club y ayer volvieron a vivirse momentos tensos en las oficinas de la entidad. Quince futbolistas reclamaron a la vicepresidenta Teresa Lage la carta de libertad y un reconocimiento de deuda para abandonar la disciplina del Huracán de manera inminente. «Todo son buenas palabras pero nos dicen que el documento lo tiene que firmar Santiago de La Riva y él, por aquí, no ha aparecido», advirtió uno de los capitanes, David Vila, quien explicó que esta decisión se toma porque «el presidente no se ha retractado» del cese del anterior técnico. «El miércoles nos dijo que la culpa era nuestra. Nosotros tenemos que ser consecuentes con la decisión que hemos tomado. Venimos al campo para pedir la baja porque todo sigue igual», afirmó.
Los quince jugadores —Vila, Dani, Fernando, Carlos Manuel, David, Manu, Alberto, Adrián, Arturo, Villafañe, Gelo, Pablo Pereira, Castilla, Andrés y Serrano— se presentaron a las siete y media de la tarde —hora del entrenamiento— en el campo Rafa Tejerina, pero ninguno de ellos se vistió de corto y el nuevo técnico, Juan Mascuñano, tuvo que preparar una sesión para únicamente siete jugadores.
La vicepresidenta mantuvo un encuentro de más de una hora con los tres capitanes y, después, se reunió en uno de los vestuarios con el resto de futbolistas que solicitan la baja del Huracán Z. Teresa Lage les trasladó que el club no pondrá ningún problema para tramitar la carta de libertad, aunque eludió entregarles un documento escrito que extinga los contratos. Los jugadores afectados no confían en las palabras de la directiva y acudirán hoy al entrenamiento en San Andrés si De la Riva—que medita su dimisión— no les firma antes la carta de libertad. «Nos dicen que no habrá ningún problema pero de momento no nos han entregado el documento. Tendremos que entrenar hasta que nos lo firmen», reveló Vila a la salida de la larga reunión.