balonmano. Liga de campeones
Maratoniano viaje
El Ademar llega a Belgrado tras un desplazamiento de 15 horas con escala en Viena para medirse al Partizán, colista del Grupo D.
El equipo aguarda en Viena el enlace a Belgrado.
Después de un maratoniano viaje de quince horas con escala en Viena el Reale Ademar entrenó ayer en Belgrado en el Hale Pionir, la mítica cancha del deporte serbio donde mañana domingo se jugará dos puntos de oro en su gran objetivo de pasar a la siguiente ronda de Liga de Campeones —los octavos de final— como tercer clasificado del Grupo D para evitar un cruce con los primeros de cada cuadro
Sobre el papel el gran favorito en este envite es el equipo leonés que ocupa ahora mismo la tercera plaza de su grupo por detrás del Copenhague danés y del Kikel alemán. Y eso es lo que preocupa en el seno del plantel leonés que ha cuajado sus mejores actuaciones en la Liga de Campeones cuando tenía el papel de víctima. «Para ellos va a ser una de sus últimas oportunidades de dar una alegría a su afición. Seguro que van a salir a por todo», reflexionaba ayer el meta croata Venio Losert.
Copenhague, el espejo . Si algo tienen claro todos los componentes de la expedición ademarista es que el mejor espejo donde mirarse para afrontar este choque es el partido del pasado domingo en la cancha del poderoso Copenhague. El equipo salió muy enchufado desde inicio y tuteó a los daneses aunque se le escapó al final un resultado positivo. «Ese es el camino», insistió Losert.