Ferrari da un ultimátum a sus ingenieros

Nadie en Ferrari se enojaría si este fin de semana se cancelara el GP de Bahréin. Los equipos ya se han trasladado a Manama sin mayores problemas, aunque el pasado domingo fue incendiada la mayor pancarta de anuncio del gran premio situada en la autopista del aeropuerto. Este es un circuito donde la tracción y la velocidad punta son fundamentales, "dos cosas que no tenemos, advierte Fernando Alonso, que con su noveno puesto en China dejó de ser el líder del Mundial de fórmula 1. Las críticas han llegado al director, Stefano Domenicali, que las ha derivado a su cuerpo técnico. Por eso les exige "una rápida reacción técnica para dar cuanto antes un coche mucho mejor a nuestros pilotos".

Ese coche mejorado debe estar listo para el GP de España, la siguiente carrera a Baréin, sí es que esta se celebra finalmente. Basta con que el equipo médico no pueda desplazarse el domingo al circuito (como ocurrió el pasado año en las carreras de GP2) para que el gran premio se cancele. De momento, la FIA asegura que la situación está bajo control para la celebración del gran premio.

"Obviamente, no somos demasiado optimistas para esta carrera, donde la tracción y la velocidad son fundamentales, justo las áreas que tenemos más débiles", mantiene Alonso. "Ahora no quiero pensar en la clasificación, porque la prioridad es mejorar las prestaciones del F2012. Esto no significa que haya perdido las esperanzas. El año pasado tuvimos fe hasta la carrera de Spa, y no hay motivo para no tenerla este año, cuando estoy tercero a ocho puntos del líder".

Ferrari necesita reaccionar y Domenicali apura a sus ingenieros. "Está claro que espero una reacción desde el punto de vista técnico. Es un hecho que nunca hemos estado arriba, así que eso significa que hay mucho camino por recorrer, y lo repito: en este aspecto no creo que nuestros técnicos se hayan vuelto completamente... No voy a decir la palabra, pero sabéis lo que quiero decir... así que espero una rápida reacción de ellos".