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El Ademar carga su moral (36-26)

Los leoneses ganan con autoridad al débil Sagunto y afinan la maquinaria de cara al encuentro ante el Montpellier.

Raúl Nantes, máximo anotador del partido con nueve goles, intenta un lanzamiento a portería durante el encuentro ante el Sagunto.

Raúl Nantes, máximo anotador del partido con nueve goles, intenta un lanzamiento a portería durante el encuentro ante el Sagunto.

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sergio c. anuncibay | león
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El Ademar afrontó sin concesiones su partido de Liga frente al flojo Sagunto (36-26) antes de medirse al convulso Montpellier este domingo en el segundo envite de la Liga de Campeones. Los de Manolo Cadenas evitaron la relajación y pusieron tierra de por medio a partir del minuto 15 (9-9) de la primera parte para eludir cualquier tipo de tropiezo y sumar los dos puntos en un Palacio que mantiene en Liga su condición de invicto.

Era un compromiso trampa. Enfrente uno de los rivales más flojos de la Asobal. Y en el horizonte otra vez la Champions. Pero los locales no cayeron en el desahogo y completaron un encuentro muy serio en ataque aunque con algunas lagunas en defensa, sobre todo en los primeros compases de un duelo que sirvió para acreditar a algunos jugadores que necesitan sentirse importantes en la faceta ofensiva para fortalecer a este Ademar.

Este fue el caso de Raúl Nantes. El brasileño volvió por sus fueros después de dos encuentros algo discretos y firmó unos primeros 30 minutos muy completos, en los que anotó seis goles, por cinco de Ruesga, vigilado en todo momento por el ex ademarista Danil Chernov y por el extremo García Moriñigo. El ruso mantuvo en partido a los valencianos hasta que un parcial de 6-1 en la recta final del primer acto sirvió para abrir una brecha de cinco tantos antes de enfilar el túnel de vestuarios (17-12).

Cadenas quiso dar minutos a sus jugadores menos habituales y apostó de inicio por el joven Asanin en portería. Al croata le costó entrar en el partido y se contagió de la poca intensidad que mostró la defensa marista en el comienzo de un duelo que apuntaba a la igualdad en el minuto 11 (7-7). Nada más lejos de la realidad. El equilibrio fue una quimera después de que Manolo Cadenas parara el cronómetro para exigir a los suyos más agresividad.

La pájara inicial desapareció por completo tras el descanso. La renta de cinco goles solo hizo que crecer en los segundos treinta minutos. Ruesga y Nantes tuvieron un papel más testimonial, pero apareció entonces un Iosu Goñi que desde la primera línea castigó sin piedad a Bruixola para regalar a la afición leonesa un partido sin sobresaltos.

El Ademar le endosó al Sagunto un parcial de 5-2 en los primeros seis minutos y se fue hasta los siete goles de diferencia (22-14). Los de la capital del Turia no bajaron los brazos e intentaron frenar, sin éxito, las embestidas maristas.

A Chernov se le apagó la luz y solo García Moriñigo evitó una debacle mayor para el Sagunto, un equipo semiprofesional que, a pesar del empeño, está muy lejos del nivel de los leoneses.

Las diferencias son abismales, sobre todo en la primera línea. Los valencianos están muy justos en ataque y prácticamente no tienen recambios. Y el Ademar percutió sobre sus debilidades para rentabilizar los contragolpes y mandar balones a un Felipe Borges y un Álvaro Cabanas que en velocidad son imparables.

Cadenas aprovechó el tramo final para rotar el banquillo y dar descanso a los jugadores que más minutos acumulan. Carrillo hizo dos goles, el último de muy bella factura tras un pase magistral de Álvaro Cabanas cuando el portero rival ya estaba vencido. Golubovic también aportó algo más en ataque y Vranjes se desfondó en defensa junto a Carou y Goñi.

El que peor estuvo fue Vrazalic, desaparecido en la primera parte y relegado al banquillo en la segunda. El técnico de Valdevimbre lo señaló con el cambio y también en sala de prensa: «Se le veía poco intenso, en cada acción hay que poner el alma», recordó el entrenador.

Ahora ya toca pensar en la Champions. Los leoneses visitarán el domingo la cancha de un Montpellier que vive estos días los momentos más duros de su historia. La mayoría de sus figuras, incluidos los hermanos Karabatic, no podrán jugar si el juez no levanta las medidas cautelares que les ha impuesto por el presunto amaño de un partido de la campaña pasada.

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