Triplete español con bronca
Pedrosa firma una victoria incontestable en MotoGP que empaña el encontronazo en la última curva entre Márquez y Lorenzo. Marc, segundo en el podio de Jerez, ya es el líder en solitario del Mundial .
Pedrosa celebra, brazo izquierdo en alto, su incontestable triunfo en Jerez. El catalán aprovechó todo el potencial de su Honda.
Dani Pedrosa encabezó el triplete español en MotoGP del Gran Premio de España que , lejos de acabar en fiesta, abría una brecha entre el vigente campeón Jorge Lorenzo y el que todos apuntan como su sucesor, Mar Márquez. La maniobra al límite del leridano en la última curva, la que lleva precisamente el nombre de Jorge, desató una batalla que, a pesar de las disculpas de Marc, parece que va a extenderse durante todo el campeonato. Los gestos del piloto de Yamaha negando el saludo a Marc lo dicen todo. Eso sí, de Jerez el de Repsol Honda sale como líder en solitario por delante de Pedrosa y Lorenzo.
Si Rossi entró colado frente a Gibernau en el mismo punto en 2005, cualquier adjetivo se queda corto para definir cómo Marc Márquez fue al choque contra el actual campeón del mundo. La última vuelta fue un calco a lo vivido entre ambos en una carrera apasionante. Lorenzo trazaba con tiralíneas, intentando no pasar apuros con los neumáticos y haciendo gala de la templanza que le han dado tantos años en la elite. Tras él, Márquez subiéndose por los pianos, arrastrando el codo por el ardiente trazado jerezano y al lomo de una HRC que parecía un potro desbocado en las manos del ‘rookie’. Todas las veces en las que Marc intentó adelantar a Jorge, lo hizo colado, teniendo que irse largo y devolviendo la posición a su rival. Todas, menos la última, en la que usó a Lorenzo como tope para enfilar en dirección a la bandera de cuadros y al segundo puesto del cajón.
Por delante Pedrosa fue el único en mantener los tiempos del resto del fin de semana. El catalán necesitaba una carrera como la de Jerez para restañar su maltrecha moral tras dos reveses. Dani salió bien y se puso líder, pero fue adelantado por Lorenzo. Supo quedarse a rueda y esperó el momento idóneo para asestarle un hachazo por dentro y marcharse rumbo al triunfo. Nadie pudo hacerle sombra. Jorge no fue capaz de seguirle el ritmo y se preocupó más del huracán que le venía por detrás y de que Rossi, Crutchlow y Bautista no le cogieran la aspiración.
Caídas iniciales
Eran momentos tensos. El excesivo calor en la pista convertía la fiabilidad de la rueda delantera en un cara o cruz casi en cada curva. Hernández, De Puniet, Pesek, Iannone y Bradl se encontraron en el suelo sin previo aviso.
Más atrás, dos evidencias: la necesidad de que alguien le ofrezca a Espargaró una moto oficial, y las carencias de Bradley Smith para ubicar a la Tech3 en las posiciones que merece. Entre el pelotón de cabeza y la zona trasera, las dos Ducati, envueltas en una crisis de identidad. Hayden y Dovizioso fueron séptimo y octavo en meta.
Mención especial merece Rossi. ‘Il Dottore’, tras un arranque ilusionante en Losail, se ha ido diluyendo. Ya es habitual verle colocado cuarto o quinto, lejos de aquellos que lucharán por el Mundial y demasiado cerca de uno de los pilotos con la Yamaha satélite. Su realidad se encuentra ahí para decepción de su legión de aficionados. Ayer Rossi, cuarto, nunca pudo seguir el ritmo de los tres tenores (Lorenzo, Pedrosa y Márquez) que, visto lo visto, van a jugarse entre ellos el cetro mundial.
