Ricky-Barea, dúo letal

Ricky-Barea. La conexión entre los dos bases de los Timberwolves apunta a una temporada en la que la franquicia de Minnesota puede no sólo hacerse un hueco en los playoff, también confirmar lo que muchos expertos de la NBA han pronosticado para un plantel joven y con mucho talento en el que el base de origen leonés JJ Barea aparece como una de sus piezas fundamentales.

La mejor demostración llegaba precisamente en el estreno de los Timberwolves en la presente temporada en la que tanto Ricky como Barea, que salía desde el banquillo, se erigían en los verdaderos pulmones de un plantel que tiene también en el pívot Kevin Love a un jugador determinante.

La víctima en esta ocasión fueron los Magic de Orlando a los que los Wolves derrotaban a domicilio tras una intensa prórroga por 120 a 115 con Barea convirtiéndose, con 11 puntos, en uno de los anotadores del plantel. Barea, en sus 20 minutos sobre la pista, contabilizaba además del doble dígito en su anotación, dos rebotes, cuatro asistencias y un robo de balón en un pulso en el que el base de raíces leonesas mostraba su clase en los minutos decisivos.

JJ, que cumple su segunda temporada en Minnesota, es consciente que su rol actual es el de segundo base tras Ricky Rubio. A pesar de eso Barea está disfrutando de muchos protagonismo en un equipo en el que su experiencia además de la dirección del juego resulta fundamental.

Campeón hace dos temporadas de la NBA con los Dallas Mavericks a los que sustituía por un proyecto joven y de futuro como son los Timberwolves, el base ya ha dejado claro que buena parte de lo que consiga el plantel será por su actuación. Además de su dirección de juego JJ también ha demostrado que sabe anotar, especialmente desde la línea de tres puntos.

Frente a Orlando Magic lograba un triple al que unía tres canastas de dos puntos y dos lanzamientos acertados desde la línea de personal.