La consagración de dos proyectos

Trayectorias parecidas y éxito de dos modelos distintos, pero basados en la humildad. El partido entre SD Ponferradina y CD Lugo tiene muchas connotaciones, pero quizá la más amable, la más general y la que dice más en favor de los dos clubes, sus dirigentes y sus secretarías técnicas es el hecho de que hayan creído en un proyecto encabezado por un entrenador que antes jugó en Primera División y que con más o menos nombre y con una trayectoria en los banquillos corta y discreta, ha llevado a su equipo a las cotas más altas de su historia.

Quique Setién está en su quinta temporada en el banquillo lucense. A diferencia de Claudio, el cántabro llegó al CD Lugo para iniciar una temporada. Fue en la temporada 2009-2010, después de que en las anteriores el club gallego hubiese estado en Tercera División y se hubiese mantenido en la categoría de bronce en el retorno a la misma.

El primer año Setién comenzó a mostrar lo que iba a ser el Lugo y a convencer a su afición y a sus dirigentes. De hecho, tras perder 2-1 en enero del 2010 en El Toralín ante la Deportiva de Granero, que entonces cogió un liderato que ya no soltaría más, se comenzó a decir que Setién no tardaría en ser entrenador de la escuadra berciana. Su juego comenzaba a enamorar y lo siguió haciendo, sobre todo en Lugo. En su segunda temporada llevó al equipo al play off, pero se quedó al borde del ascenso. A pesar de caer en la final ante el Alcoyano, el cántabro recibió una de las aclamaciones y muestras de cariño más impresionantes que se recuerda en un campo de fútbol, lo que hizo que pasase muchos minutos, incluso antes de acabar el choque, llorando como un niño. Desde entonces ese cántico se repite cada semana. Al año siguiente ascendió al Lugo a Segunda división A tras 20 años y la pasada campaña lo mantuvo en la élite con holgura. Ahora lo tiene tercero y ya ha estado situado en puesto de play off.

En cuanto a Claudio, ¡qué decir de él! El valenciano no pudo salvar al equipo en su primera temporada, pero fue renovado aun con eso y lo devolvió a la LFP el segundo año. En el tercero, el pasado, estuvo a punto de jugar el play off a Primera División y sobre todo logró una permanencia que no se había conseguido en las dos veces anteriores que el equipo había estado en la categoría.

Claudio no ha recibido ni recibe tantas muestras de cariño como Setién. Quizá su forma de ser también lo impide. Pero ya es bastante común que sobre todo el Frente Norte coree su nombre en todos los partidos de casa.

Ningún entrenador de la actual Segunda División lleva tanto tiempo en su puesto como Claudio y Setién.