El Ademar salda cuentas (25-20)

El Ademar tenía ayer cuentas pendientes que saldar. Primero consigo mismo y en segundo lugar con el Juanfersa Gijón, el rival que el pasado jueves le apeó de la Copa del Rey. Y se cobró ambas. Su solvente victoria (25-20) le permite recuperar la confianza en sus posibilidades después de haber sufrido tres derrotas consecutivas y además tomarse cumplida revancha del tropezón en el feudo gijonés en el torneo copero.

Dos puntos que permiten a los hombres de Dani Gordo auparse a la quinta plaza de la liga a la conclusión de la primera vuelta y cumplir el objetivo marcado inicialmente: terminar entre los cinco mejores equipos de la Liga Asobal.

Realmente, el Ademar ayer no fue el equipo irregular de los últimos tres partidos. Se vio desde el primer minuto. Garra, intensidad defensiva y ganas de marcar territorio rápidamente fueron elementos identificativos del equipo leonés desde el primer momento. Sus señas de identidad de siempre.

En los tres primeros minutos sólo se vieron dos goles y los dos de penalti. El envite lo definía una muy buena defensa —ambos equipos apostaron por un cerrado sistema en 6-0— y también el acierto en la portería en el preludio de una gran noche de Matej Asanin con un 41% de efectividad. El croata firmó 14 paradas a 34 lanzamientos y tres penaltis parados.

La defensa leonesa es compacta —se nota y mucho la presencia de Carou— y apenas deja huecos a los asturianos. Cuando Mario López pone el 3-1 en el marcador culminando una contra tras un corte atrás, el técnico gijonés pide el primer tiempo muerto para intentar buscar un horizonte mas amplio en ataque. No lo veía claro y en la rueda de prensa postpartido así lo reconoció: «No tuve buenas sensaciones desde el primer momento».

No le faltaba razón. El Ademar salió a pista con un plus de energía marca de la casa. Varias imágenes de jugadores lanzándose al suelo a por balones divididos como si les fuera la vida en ello volvieron a tener el premio de la grada con fuertes aplausos reconociendo ese esfuerzo.

Por poner un pero en este tiempo podría ponerse que los laterales no lanzan (Vejin y Dacevic no se habían estrenado aún) y que a la primera línea le falta de mordiente. Un pena porque el Gijón tardó mas de quince minutos en sumar su segundo gol. Para remediar la falta de gol Tatarintsev cobra protagonismo en ataque.

Costoya, el lateral gijonés que comparte el liderazgo de máximo goleador de la liga junto con el leonés Carrillo, mantiene a su equipo atado al partido. De su poderoso brazo llega el empate a cinco a falta de poco más de diez minutos para el final. El que pide ahora el tiempo muerto es Dani Gordo y los suyos se ponen las pilas. Dos cortes en defensa y dos contras culminadas por Carrillo y Mario —los dos extremos leoneses fueron ayer letales con trece goles entre ambos— abren de nuevo la brecha. Del 5-5 se ha pasado a un 9-5 con un parcial de 4-1.

La recta final de la primera parte resumió lo que era el partido: dos paradas de Asanin, el Ademar arma la contra y gol de Mario López para firmar el 11-7 con que se llegó al descanso.

En la reanudación el equipo leonés no sufre pájaras y no levanta el pie del acelerador. Tatarintsev hace gala de su poderoso lanzamiento y por fortuna se le une un Dacevic que a su gran esfuerzo defensivo unió el acierto atacante para acabar con cinco goles al final. En el ecuador de la segunda parte el equipo leonés logra su máxima renta: 18-12. A falta de cinco minutos el Ademar pierde al pundonoroso Carou, que se resintió de su lesión muscular y salió cojeando, pero la intensidad no bajó para firmar una victoria con el dulce sabor de la revancha.