León abre la media veda para miles de cazadores

La media veda se ha abierto en León. La jornada se iniciaba en un fresco amanecer con el rastrojo empapado de rocío, cielo azul, sin apenas nubes y el canto de la codorniz y los ladridos de los perros como música de fondo. Ese era el cuadro que se encontraron los aficionados que masivamente salieron a reencontrarse con el campo en la primera jornada de la Media Veda. Casi entre dos luces, a las siete de la mañana, sonaban los primeros disparos de los impacientes que disparan «de oído», pues la codorniz arrancando al alba, de cara a la luna llena, es como una sombra fugaz que se intuye mas que se advierte. Un poco mas tarde, hacia las siete y media, llegaba la algarabía de disparos, voces y ladridos de perros.

En las previsiones anteriores a la apertura habíamos augurado una buena temporada en los regadíos y mala en los secanos, Sin poder hacer un balance realista, pues quedan todavía parcelas sin cosechar, habrá que rebajar la nota de buena a regular en las zonas de regadío. Es la codorniz ave de paso que llega cría y se va cuando su instinto se lo ordena. Otras veces se mueve del monte al páramo y del secano a la ribera o viceversa.

Puede afirmarse en este primer avance que las vegas y páramos tienen codorniz, desde luego bastante más que la temporada pasada. Los pájaros abatidos y cobrados son, en buena medida, aves «hechas», pero también se descubren polladas tardías que todavía no están dispuestas a partir cuando el «guión» de paso se lo indique y eso permitirá que permanezcan todavía algunas semanas. Porque de las impresiones recogidas en la amplia geografía leonesa y de la propia experiencia en esta mañana del viernes 15 de agosto en Campo de Villavidel, hemos comprobado que, afortunadamente, todavía no están agrupadas.

Con las bajas temperaturas nocturnas y la luna llena, si las codornices están bien desarrolladas se puede vaciar el campo en una sola noche.

Vallecillo, Vilecha y Joarilla

En toda la vega baja del Esla, en ambas márgenes, se ha cazado regular, con perchas que oscilan entre las seis y las doce codornices por la mañana. También en el Páramo bajo donde con buenos perros se han conseguido perchas mayores. En los campos de Vallecillo, Villeza y Joarilla de las Matas se han visto pocas codornices, y eso que el regadío en precario permite algunas fincas de maíz. Bastante peor en el secano puro y duro, donde se ha empacado la paja y los rebaños de ovejas han «trillado» el rastrojo, pero eso ya se temía. Como en los últimos años parece que la codorniz mejora su instinto de conservación. Allí donde puede vuela hacia el maíz o la remolacha sin apenas aguantar la postura del perro y, cuando el sol comienza a levantar el rocío, desaparece del rastrojo hasta que, bien entrada la tarde, el astro rey afloje sus rigores.

Es por eso que hacer un cupo de 35 codornices es casi misión imposible, pero es por ello también que, si el tiempo no lo impide, estos maizales conservarán aves hasta el final de la temporada. En los campos sin protección, sin embargo, tras las primeras jornadas casi desaparecerán y tan solo una entrada de fortuna en los últimos días, dará alegría al colectivo de cazadores. La Media Veda se prolongará hasta el 14 de septiembre. Diecinueve días hábiles los martes jueves, sábados y domingos. Este será el tope, porque algunos acotados, siempre a la baja, establecen su calendario. De momento toca disfrutar con la mas pequeña y mas sabrosa de las gallínaceas que nos visitan.

Y una advertencia: es año de avispas y en esta primera jornada algunos perros y también algún cazador ya han sufrido las consecuencias...