De la abundancia a la penuria en cinco años

Los números son fríos pero también precisos. Reflejan bien a las claras los cambios de ciclo, las transformaciones en cualquier orden social. Las cifras son siempre indicativas del paso de la abundancia a la escasez, de lo mucho a lo poco, de cómo eran las cosas en los tiempos de vacas gordas y cómo son ahora cuando vivimos en uno de vacas flacas. En el caso del Ademar son especialmente reveladores de este tránsito —doloroso— que ha vivido el equipo leonés en los últimos años, sacudido por la crisis y por el concurso de acreedores a que se vio abocado por la imposibilidad de hacer frente a sus deudas más inmediatas.

En la temporada 2009/10, con Jordi Ribera en el banquillo y Carlos Pollán en la presidencia del club, el equipo leonés manejó un presupuesto de 2.500.000 euros. Era la época en que a las arcas maristas llegaba una inyección importante de subvenciones procedentes de organismos públicos como Ayuntamiento, Diputación, Feve... Pero llegá la crisis y el estallido. Las ayudas se recortaron drásticamente e incluso un año el gobierno municipal del PSOE no pudo hacer frente a la ayuda prometida de 234.000 euros, lo que resquebrajó el suelo bajo los pies del Ademar.

Sin transición se entró en una época de apreturas hasta la fecha actual. En ese rápido descenso a los infiernos —hablando siempre del capítulo económico— el prespuesto de la entidad leonesa pasó de esos 2.500.000 euros a los 795.000 aprobados para la actual campaña.

El presidente de la entidad, Tano Franco es consciente de que le ha tocado gestionar la pobreza, pero lo asume porque conocía la situación cuando decidió ser el único que se presentó para presidir el Abanca Ademar.

«Hombre la verdad es que a uno le entran casi ganas de llorar, pero los tiempos son los que son y hay que aceptarlo así; no queda otra». «Sé que a mí me ha tocado asumir esta importante bajada presupuestaria, sobre todo por el tema del convenio de acreedores, imprescindible para hacer viable al club y al que hay que hacer frente obligatoriamente pero vamos a ver si a partir de ahora comenzamos a remontar el vuelo aunque sea poco a poco», añadió Tano Franco.

En todo caso «se empieza a ver la luz al final del túnel» cómo reconoce el presidente ademarista fiel a su inveterado optimismo. «Es cierto que el año pasado no fuimos capaces de hacer frente al pago del convenio por unos pagos a los que hubo que hacer frente y con los que no contábamos, pero ahora estamos mejor encaminados. No creo que haya problemas para hacer frente a esas dos anualidades que debemos del convenio». En números redondos, el club leonés debe hacer frente a unos pagos del convenio que totalizan cerca de 190.000 euros.

Además ya han comenzado a negociar la continuidad de Abanca como principal espónsor. «Esperemos que sigan y entonces la temporada que viene se aumentará el presupesto».