La pretemporada pasa factura

Las exigencias competitivas de las pretemporadas se pagan. Le pasó al Barça en 2009, cuando encadenó lesiones después de la conquista del triplete 2008-09, y al Real Madrid en 2014, después de su doblete Liga y Liga de Campeones.

Luis Enrique, tras perder a Jordi Alba en el Gamper por un problema muscular, además de a Adriano y a Douglas, habituales en la enfermería, no pudo celebrar demasiado el triunfo en Bilbao en el estreno liguero (0-1) porque el día que reaparecía el lateral zurdo español se quedó sin Dani Alves para más de un mes (aductor derecho) y sin Sergio Busquets para un par de semanas (tobillo derecho). Con Piqué sancionado, el técnico asturiano espera que se acabe la mala racha y reconoció: «Con esta pretemporada que hemos tenido hay más riesgo en un deporte muy exigente a nivel muscular y físico».

Pero no todo fueron mala noticias para el Barça. Además del regreso de Jordi Alba, que aguantó bien los 90 minutos y dio la asistencia a Luis Suárez del gol, dos jugadores como Vermaelen y Sergi Roberto se rebelaron contra la opinión mayoritaria de que al equipo azulgrana le falta fondo de armario. El central belga hizo un partidazo en un estadio tan complicado como San Mamés confirmando que si le respetan las lesiones tras un año en blanco será una gran alternativa en el eje de la zaga y el centrocampista catalán funcionó como lateral derecho improvisado tras la sustitución de Alves. En pretemporada ya jugó varios partidos de ‘2’ y puede ser la puerta que necesitaba para sentirse importante de una vez en la plantilla y mostrar su potencial.

Además, Neymar ya se entrena con normalidad tras sus paperas y Luis Enrique podrá recomponer el tridente para alegría de Messi, a quien los defensas rivales pueden tapar más al no tener que estar tan pendientes de la otra banda.