Diario de León

El oro europeo... y a mí ¿qué?

Publicado por
JESÚS ALAÑÁ
León

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Desde mi jubileo

En este mi primer contacto con vosotros (y espero que no el último) digo que, como profesional de la información, he alcanzado aquello que los latinos llamaban ‘iubilatio’ o edad de disfrutar. Un verdadero periodista siempre lo es, y esto a mí, en realidad, me va a permitir analizar algunos acontecimientos y su repercusión en el deporte leonés desde mi peculiar atalaya y desde la libertad de no estar sujeto a directrices de ningún tipo.

Como cualquier triunfo a nivel nacional en materia deportiva, el de la Selección Española en el Campeonato de Europa de Baloncesto me llena de orgullo por lo que ha tenido de esfuerzo, por lo que ha tenido de superación, por lo que ha tenido de reivindicación del poder del grupo por encima del poder individual y, sobre todo, porque sigue demostrando que el deporte está (o debería de estar) por encima de una política que siempre se pone las medallas al mismo tiempo que los deportistas.

Independientemente de ésto, que también tiene su usía, me centro en lo que de penuria tiene para los más modestos la gloria de los más grandes. Cierto y verdad es que éstos han conseguido cotas difícilmente imaginables para veteranos del periodismo como yo, que pocas veces habríamos imaginado ver lo que hemos visto, pero creo que no es menos cierto ni menos verdad que la gloria está cimentada (y tiempo al tiempo, que darán y contaremos) en cimientos de barro que no permiten demasiado optimismo.

Aunque siempre he creído que hay que ver la botella medio llena en lugar de medio vacía, no me gusta ni un pelo que la gloria de los grandes, que las cosechas anuales de medallas sirvan para tapar (federativamente hablando) penurias sin cuento en una base en la que sigue descendiendo el número de equipos.

Si empezamos a mirar la Liga ACB (coto permanente de un «profesionalismo» de difícil acceso), si seguimos como la LEB Oro (pozo sin fondo para quienes no cumplen las draconianas condiciones económicas de acceso a la categoría superior y fuente de chanchullos que a unos les dejan progresar y a otros no), si miramos a la LEB Plata (cementerio de elefantes con escasas posibilidades) y terminamos en la Liga EBA… las conclusiones parecen claras. Y si nos vamos al baloncesto femenino (por resumir) ídem de lienzo.

Y en León (y en tantos otros sitios) nos hemos dejado morir clubes por pura inacción e inanición mientras el trabajo de quienes luchan por mantener nuestros equipos más cercanos nos importa, en general, un pimiento.

Creo que (pese a mi júbilo por una nueva victoria del deporte español) tenemos que hacérnoslo mirar, porque el baloncesto no es sólo Gasoles, Rudys, Felipes Reyes y demás.

Ya que hablo de baloncesto, que éste sea sólo el primer cuarto… Habrá otros, espero, y de otros deportes… Desde mi jubileo.

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