CAROBELS CLEBA ALCOBENDAS
El Cleba muerde y engancha
El conjunto leonés da una lección de entrega y fe para sorprender a un Alcobendas que siempre fue por delante hasta el gol del triunfo .
Tati Lozano, autora de cinco goles, en una acción ofensiva frente al Alcobendas.
Carobels ULE Cleba dio ayer una lección de entrega de las que enganchan. Llevó a la lona a un Balonmano Alcobendas (22-21) que llegaba al Palacio con cuatro victorias y una sola derrota, ante el Guardés en Galicia. Sobre el papel, las opciones de las leonesas quedaban reducidas a la mínima expresión.
Enfrente aparecía un rival de la parte alta, que además llegó al descanso con una renta de seis goles (9-15), pero con eso no bastó para arrancar del Palacio los dos puntos.
Ana Belén Palomino estuvo inmensa bajo palos, Tati Lozano apretó los dientes y sacó su carácter, María del Carmen Sánchez brilló desde el extremo cuando todo parecía perdido, Marina levantó al Palacio con el tanto de la victoria y Raquel Caño ejerció de líder.
Completaron una segunda parte excelsa, secando desde el 5-1 defensivo el ataque de las madrileñas, incapaces de encontrar lanzamientos fáciles. Sólo hicieron seis goles en ese periodo.
El final fue de infarto. Casi una agonía, resuelta de manera magistral por las pupilas de Francisco Álvarez, que ya tienen dos victorias en su casillero, cuatro puntos que las sitúan en la zona tranquila de la clasificación.
Remaron durante prácticamente sesenta minutos, siempre por detrás en el marcador, incapaces de nivelar la balanza. Tati Lozano, autora de cinco goles ayer, puso al Cleba a uno de distancia (19-20) con tres minutos escasos por delante. En la siguiente jugada, Palomino detuvo la embestida del conjunto madrileño y casi sin tiempo para digerirlo apareció otra vez la joven lateral leonesa, que además de empatar el partido sacó la exclusión de Ausás con dos minutos aún para el final del duelo. No falló el Alcobendas en inferioridad, tras un desajuste defensivo del Cleba. Otra vez estaban por detrás, a pesar del esfuerzo que habían hecho, principalmente en la segunda parte.
El público apretaba y las jugadoras creían. Tanto que María del Carmen Sánchez equilibró de nuevo el compromiso con una vaselina que congeló a la portera del equipo madrileño. Francisco Álvarez apostó entonces por una defensa muy abierta, aún con 45 segundos por jugarse. El Alcobendas movió rápido el balón y tuvo la victoria en sus manos si no llega a ser por la enésima parada de Ana Belén, un auténtico muro.
El empate estaba asegurado y el Cleba aún iba a disfrutar de una última acción para intentar dar la campanada. Quedaban sólo quince segundos. No iba a ser una tarea fácil, a pesar de que los jugarían en superioridad. El balón le llegó a Marina, que desde el extremo izquierdo consiguió colarlo en la portería rival, con un lanzamiento poco ortodoxo, a dos manos, ya con el tiempo vencido. Fue una explosión de alegría, con las jugadoras abrazadas en mitad de la pista y los aficionados puestos en pie. Las madrileñas mordieron el polvo del Palacio. Y de qué manera.