Valverde se regenera

Siempre ha sido muy complicado poner una pica en Flandes. Suele ser un territorio esquivo, un castigo, hasta ahora, para el ejército del Movistar (en la actual y en sus antiguas denominaciones que van mucho más allá de los tiempos de Miguel Induráin), enemigo de los adoquines (conocidos en los ambientes ciclistas como el 'pavés').Quien corría el Tour de Flandes (esa era la mentalidad) posiblemente no lo había hecho muy bien hasta entonces. Hasta que llegó ese ciclista especial, único e irrepetible, inagotable y de eterna juventud que se llama Alejandro Valverde.

La próxima primavera cumplirá 36 años. Y lo hará estando en uno de los momentos más dulces de su carrera profesional; sin límites, sin fecha de caducidad, cada vez mejor y en cada ocasión con retos que, a su edad, nadie se plantearía, más allá de comenzar a pensar en un plan de jubilación ciclista. Valverde, 'El Bala' para los amigos, es diferente. A los 35 años piensa en el Giro, carrera que jamás ha corrido, prueba que en principio no le hacía gracia, porque participar en la ronda italiana supone eliminar, como así ha ocurrido, a la Vuelta de su programa para el 2006. Y, entre sus paisanos, Valverde se siente a gusto, gana etapas, sube al podio y hasta en alguna ocasión, como en el 2009, se impone en la prueba.

«Llevo muchos años corriendo y jamás había participado en el Giro. Ahora era el momento de dar el paso y probar. Y también porque me apetece conocer clásicas como el Tour de Flandes, que tampoco he corrido. ¿Ganar en Flandes? Será complicado, tal vez otro año...». Así es Valverde. No se pone un límite, no piensa en la retirada, se divierte en la bici y ahora, al igual que hace una década, lo más fácil para él es correr y ganar. Si se coge la clasificación de cualquier carrera importante disputada por el murciano durante el 2015 será difícil que su nombre no aparezca entre los primeros diez clasificados. Ayer, hoy y siempre.

Sin embargo, hay que planificar con la cabeza, que la renovación, prácticamente la metamorfosis, no signifique el fin de los días ciclistas de Valverde. «No quiero desgastarme mucho antes de ir al Giro porque después tengo que acudir al Tour para volver a ayudar aNairo Quintana pero debo hacerlo pensando en los Juegos de Río. Por esta razón, suprimiré de mi programa las carreras previas de una semana, a excepción de la Tirreno-Adriático y a la vez participaré, aparte de Flandes, en carreras italianas de un día como la Milán-San Remo y la Strada Bianche». La Strada Bianche, con tramos de tierra, el 'sterrato', es la novedosa carrera de un día que recorre en la última fase del invierno los más bellos parajes de la romántica y enigmática Toscana.

 

LOS PLANES DE QUINTANA

Valverde no estará ni en la Volta ni en la Vuelta al País Vasco, donde será relevado, al igual que en la Vuelta a España, por Nairo Quintana, otra vez la gran apuesta del conjunto Movistar, que ha cerrado la primera concentración, en Pamplona, pensando ya en el 2016, tras un año clausurado con la primera posición del equipo como mejor escuadra del mundo, el número uno mundial de Valverde y la segunda plaza en el Tour de Quintana, quien en julio aspira otra vez a pelear por la victoria en París.

«Prepararé el Tour en Catalunya y en el País Vasco. Este año solo me ha faltado minuto y poco para ganar en París. Si no logré la victoria fue sobre todo por la mala suerte que tuve en las primeras etapas llanas. Allí perdí un tiempo que luego ya no pude recuperar. De la mala suerte se aprende. Por esto, el próximo año, trataré de reconocer antes el mayor número de etapas del Tour», afirmó el ciclista colombiano, de quien se espera sea el año próximo uno de los grandes aspirantes a la victoria en la 'grande boucle' junto a Chris Froome y Alberto Contador.