De la indignación a la remontada

javier varela | madrid

«El Barça no necesita este tipo de ayudas»; «el fútbol no puede ser la dictadura de los más grandes»; «parece que en Europa empezamos a molestar a alguno»; «el Barça está protegido, se nota que hay un temblor a verle eliminado y esto hace daño a la Uefa». Estas frases pronunciadas por Miguel Ángel Gil Marín, el consejero delegado del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone, entrenador rojiblanco y Filipe Luis, jugador atlético, resumen el sentir del club rojiblanco tras el ‘atropello’ sufrido por parte del árbitro alemán Félix Brych en la ida de los cuartos de final de la Champions League ante el Barcelona.

El nivel de fustración entre la expedición colchonera se fue rebajando con el paso de las horas y en el sentir del cuerpo técnico, liderado por Simeone y ‘Mono’ Burgos, se ha impuesto la máxima de canalizar esa indignación en la pasión por la remontada.

En el vestuario no quieren volver a hablar del árbitro, famoso en Alemania por dar como legal un gol que no entró, ni de Luis Suárez y sus agresiones a Filipe y Juanfran, que terminó sin un diente. Sólo existe el futuro. Y eso es una remontada. Es verdad que antes del partido de vuelta hay un duelo liguero ante el Espanyol, pero ‘Cholo’ ya prepara la ‘batalla’ de la vuelta consciente de que tendrá muchos factores a su favor, pero la pasión será determinante. Y hablar de pasión en el Atlético es hacerlo del Vicente Calderón. El estadio registrará un lleno hasta la bandera, será una olla a presión y se convertirá en el jugador ‘número 12’ en busca de la remontada que dé el pase a las semifinales. A las pocas horas del sorteo ya no quedaba una entrada a la venta y lo ocurrido en el Camp Nou ha ‘encendido’ más si cabe a una afición que ve en la Champions un sueño en el que nunca ha dejado de creer. El estadio atlético en cuando entra en ebullición es un factor determinante y pocas aficiones son capaces de llevar en volandas a su equipo como la rojiblanca madrileña.

Además, el Atlético tampoco necesita una proeza para superar la eliminatoria, ya que con 1-0 conseguiría el pase a las semifinales. Ya lo consiguió hace dos campañas cuando un gol de Koke ante el Barcelona le dio el pase a las semifinales de la máxima competición europea y si hay un resultado que sabe manejar el equipo de Simeone es ese. Esta temporada ha ganado 8 partidos por ese marcador (7 en Liga y uno en Copa), demostrando que es un auténtico especialista en manejar esas situaciones. Incluso tampoco necesitaría plantear un partido suicida, ya que le da igual marcar en el primer minuto que en el 90. La clave, dejar la portería a cero, algo que ha logrado en 28 partidos (19 en Liga, seis en Champions y tres en la Copa del Rey), pero que se complica cuando enfrente está el Barcelona que sólo se ha quedado sin marcar en 3 partidos esta campaña (Ante el Athletic en la ida de la Supercopa, en Copa ante el Villanovense y en Liga ante el Espanyol).