Grandes diferencias

C omienzo esta semana hablando de la Copa del Rey, la pasada final a cuatro que se ha jugado en Pamplona, y que ha determinado que el campeón sea nuevamente el FC. Barcelona. Está claro que el resultado final era esperado, y prácticamente nadie pese a que no haya que vender la piel del oso antes de cazarlo pensaba en sorpresa. Pero si algo es cierto y nos ha dejado esta Copa aunque ya lo veníamos viendo desde hace tiempo, es que las grandes diferencias entre el mejor y los demás son más cortas. Se han igualado los equipos, muchos equipos pueden ganar a otros tantos, y además se ha recortado la diferencia con el mejor de todos, el que ya sabíamos todos que iba a ser campeón de Liga al comenzarla.

En cuanto a organización, Anaitasuna ha hecho un buen trabajo, y ha conseguido llenar el pabellón no demasiado grande que utiliza habitualmente. Y aquí también quería hablar de grandes diferencias, entre nuestro país y nuestra competición, o nuestra manera de ver deporte, y otros cercanos en los que el balonmano brilla como nos gustaría a todos.

Francia, y su final de Copa, que disputarán Montpellier y Paris, se jugará ante 16000 espectadores. El pasado fin de semana también, una semifinal de Copa entre Flensburg y Hamburgo en Alemania reunió a 13200 espectadores para animar a sus equipos. Creo que la idea está clara, las grandes diferencias están en estos detalles que mostramos. Ademar sin lugar a dudas tiene la mejor afición, la más numerosa y la más implicada. Y con eso, tenemos partidos con 5000 espectadores, tres veces menos que los ejemplos anteriores. Y aún así, en España, somos líderes en asistencia y seguimiento.

Esperemos que poco a poco, y con la igualdad de fuerzas que parece que va a seguir acrecentándose estos tiempos, la afición vaya creciendo en todos y cada uno de los lugares de nuestra geografía.

Nuestro deporte lo necesita y lo agradecería, ya que nunca defrauda a quien apuesta por él.