Messi al juez: "Yo me dedicaba a jugar a fútbol, confiaba en mi papá"

Su abogado había anunciado que Leo Messi saldría a jugar al contraataque, pero más bien optó por el 'catenaccio'. El 10 del Barça se sentó este jueves en el banquillo de los acusados y se dedicó a echar balones fuera, como los defensas leñeros que le cosen a patadas. Durante su declaración en el juicio por el que se enfrenta a una pena de 22 meses de prisión por haber cometido un presunto delito fiscal a la hora de gestionar sus derechos de imagen, el futbolista azulgrana se declaró inocente, negó todos los hechos que se le imputan y cargó toda la responsabilidad en su padre y en sus abogados. "Yo me dedicaba a jugar a fútbol, confiaba en mi papá", reiteró.

El delantero argentino está acusado, junto a su progenitor, que es quien le lleva los asuntos económicos y contractuales desde que se hizo profesional, de haber utilizado el artificio de ceder los derechos de imagen a empresas fantasma radicadas en paraísos fiscales para burlar al fisco y eludir el pago del IRPF. En total, habría dejado de declarar 4,1 millones, sobre unos ingresos globales de 10 millones por sus derechos de imagen entre 2007 y 2009, cuando aún era una estrella en ciernes y no brillaba a nivel mundial como ahora, que ingresa cantidades astronómicas.

"Yo no sabía nada, sólo que firmaba con patrocinadores, que tenía que hacer anuncios y fotos, pero no sabía a dónde iba el dinero", se excusó el 10 blaugrana ante el juez.

Durante el largo proceso judicial (se remonta a 2013), los Messi han tenido que reconocer el fraude fiscal, pues han devuelto la cantidad defraudada y han abonado una multa. Además, después de que estallara el caso, Messi se puso al día con Hacienda en 2014, abonando de golpe 56 millones, que incluían los derechos de imagen de 2007 a 2012, la sanción por la querella y el salario correspondiente a 2013. Aun así, lo que se dirime en el juicio es si padre e hijo, Leo y Jorge Horacio Messi, tienen responsabilidades penales. Lo que es poco probable es que, aunque sean condenados, tengan que ir a prisión, ya que la pena solicitada es menor a dos años y no tienen antecedentes.

Es el caso de Mascherano, que recientemente aceptó un año de cárcel y una multa de 800.000 euros por fraude fiscal. Los Messi también pudieron llegar a un acuerdo de conformidad, pero se niegan a aceptar una condena. Por ello, no han podido evitar el juicio. Messi estuvo sentado en el banquillo casi cuatro horas (casi más que en toda la temporada futbolística), pero su declaración apenas duró un cuarto de hora. Se limitó a contestar a la Fiscalía, que ya ha retirado cargos, y a su abogados. No así al abogado del Estado, que es quien mantiene la acusación en defensa de la Agencia Tributaria. De hecho, el barcelonismo ve en este punto la mano alargada de Florentino Pérez, en tanto que quien dirige la Abogacía del Estado es Marta Silva, exdirectiva del Real Madrid en la primera junta del actual mandatario blanco.

La defensa de Messi fue de manual: el jugador argentino afirmó que no sabía nada del entramado empresarial montado por su padre y que firmaba los contratos casi con los ojos cerrados, confiando en la buena fe de su padre y de sus gestores. "Nunca se me pasó por la cabeza que mi papá me iba a engañar", expresó.

El astro argentino precisó que nunca preguntó cómo se gestionaba los derechos de imagen, ni si pagaban o no impuestos. Messi reconoció que no se leía los contratos, ya que la mayoría estaban redactados en inglés. Hace dos años, la Fiscalía pidió que se archivara la querella pues a su juicio el crack blaugrana había acreditado, "de manera ciertamente creíble", ser "desconocedor" de los trámites relacionados con la gestión de los ingresos derivados de la explotación de sus derechos de imagen. "La plata la maneja mi papá y yo confío en él", dijo en su primera declaración, ante el juzgado de Gavà en 2013, durante la instrucción del caso. En aquella ocasión, Messi acudió a declarar y fue recibido como un héroe a las puertas de los juzgados. En esta ocasión fue distinto. Hubo aplausos -se entiende que por su faceta futbolística-, aunque también se pudieron escuchar gritos de "ladrón" entre el público congregado frente a la Audiencia de Barcelona.

Su padre, Jorge Horacio, siguió la misma táctica defensiva. Si Messi no sabía nada y descargó toda responsabilidad en su progenitor, éste hizo lo mismo: declaró que no entendía "nada" de ingeniería financiera y de derecho tributario y que quienes conocían el entramado de empresas eran los asesores externos. "La estructura la arma Juárez" (despacho de abogados), remató.