Con paso firme

U n debut en un campeonato nunca es fácil y la selección en los últimos tiempos lo ha sufrido, pero la fecha del 13 de junio no siempre va a ser negativa, y este año 2016 el comienzo se ha escrito de manera brillante. Las dudas que podían rondar por muchos aficionados han quedado disipadas tras esa victoria más que justa, y muy trabajada. Las sensaciones del equipo español dan lugar a un optimismo generalizado, con una confianza y seguridad que irá aumentando según avance el campeonato. El juego es el fiel reflejo de muchos años, de un sistema definido con pequeñas variaciones, según las circunstancias del momento, pero con un ideal claro y definido, que no admite discusión. Si además unimos la calidad exquisita de gran parte de los jugadores y colocación en el campo, hacen de esta selección un equipo sin fisuras y temible para cualquier rival.

La República Checa fue testigo de ello, donde la variedad de movimientos, posesión del esférico y la gran cantidad de recursos explotados, terminaron por dar su fruto con ese gol en los minutos finales, que sirvió para provocar el éxtasis generalizado en un país, falto de alegrías y de buenas noticias. La afición española vuelve a creer en esta selección y en todos sus jugadores, apartando las pequeñas rencillas en los distintos clubes con algunos comentarios, quizá fuera de tono, quedando todo olvidado con una unión, entrega y excelente ambiente, más que demostrado en la convivencia diaria y en el terreno de juego.

Turquía es el siguiente rival, y una victoria es sinónimo de clasificación, los jugadores lo saben y por ellos no va a quedar. Las campanas al vuelo tampoco se pueden lanzar, pero la seguridad de cuando un equipo está presente, se refleja en el campo, desde el primero hasta el último. Paciencia, control del balón y buscar las mejores opciones para aprovechar las oportunidades, serán argumentos decisivos para sumar los tres puntos.