No sólo participar, también demostrar que tiene un sitio entre la élite mundial

Sabina Asenjo no olvidará el 2016, un año que para la discóbola berciana ha supuesto un salto cualitativo muy importante a nivel competitivo y de resultados. Y eso que la discípula de Carlos Burón ya firmaba un 2015 espectacular. Para Sabina faltaba demostrar que su supremacía a nivel español podía trasladarse a un lugar destacado internacionalmente. Y lo ha conseguido. En Río será una de las protagonistas de la delegación atlética española. Precisamente el día 15 está fijado como el de su puesta en escena en el escenario olímpico. Allí buscará superar la calificación y meterse en la final. Su reto es pujar con las mejores y de paso, mejorar una marca que en los últimos años ha logrado extender un gran trayecto.

A priori el podio parece alejado aunque no la posibilidad de optar a un diploma. Pero lo más importante para la berciana es poder estar presente en un escenario con el que había soñado durante muchos años. Y ahora se hace realidad.