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LA NUEVA PREOCUPACIÓN

Alerta en el pelotón por el uso extendido de un somnífero

Tres corredores profesionales acaban en las urgencias del hospital de Sant Feliu de Guíxols por tomar un medicamento no dopante que se denomina Stilnox

Juanjo Lobato, ciclista del Lotto-Jumbo.

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EL PERIÓDICO
León

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La amenaza de despido por tomar pastillas para dormir que pesa sobre tres ciclistas, un español, Juanjo Lobato, y dos holandeses, Pascal Eenkhoorn y Antwan Tolhoek, ha sacado a la luz la extendida adicción que hay en el pelotón, y de la que tampoco están al margen otros deportes, hacia un somnífero que se comercializa con el nombre de Stilnox y que solo se vende en las farmacias con receta médica.

 

El Stilnox y otras marcas genéricas, aunque con el mismo compuesto, como Zolpidem, han ocasionado ya un tráfico de recetas falsificadas que, junto a otros somníferos como Rivotril, ha alertado a los farmacéuticos de Barcelona, según confirman a este diario fuentes del sector. “Varios farmacéuticos tenemos creado un grupo de WhatsApp y nos avisamos con mensajes cuando descubrimos a algunos jóvenes tratando de comprar pastillas de este tipo por las farmacias del barrio”, explica una farmacéutica del Eixample de la capital catalana.

Un problema de la sociedad

 

El pelotón, como exponente de la sociedad, no está al margen del problema y el caso de Lobato y sus dos compañeros del Lotto-Jumbo, amenazados de despido por la dirección de la escuadra, ha puesto sobre la mesa la cuestión que supone el uso del Stilnox y los problemas de euforia que provoca si el medicamento se mezcla con el alcohol, aunque sea simplemente con una inocente cerveza o un vaso de vino. El deportista –atletas y futbolistas también habrían entrado en esta espiral—ve alucinaciones, como si hubiera hecho uso del LSD, y, lo peor, es que luego no se acuerda de nada.

Los tres ciclistas del Lotto-Jumbo acabaron en las urgencias del hospital donde Lobato llegó en ambulancia

Es lo que le ocurrió en un hotel de Sant Feliu de Guixols, en la Costa Brava, al corredor holandés Pascal Eenkhorn, una promesa de 20 años, el pasado martes. Un miembro de la dirección del equipo Lotto-Jumbo, que estab realizando una concentración invernal en Girona, lo encontró deambulando por la recepción del hotel. Hacía y decía cosas extrañas. Fueron a su habitación y el escenario que encontraron fue el testimonio de que ahí se había corrido una fiesta. Antwan Tolhoek, de 23 años, otro corredor holandés, también estaba en un estado de semiinconciencia. Después de varios intentos, los técnicos de la escuadra consiguieron averiguar qué pasaba. Ambos ciclistas acusaron a Juanjo Lobato, 28 años, el esprínter de Trebujena (Cádiz), antiguo corredor del Movistar, de haberles dado pastillas y unas gotas de otro somnífero, que ahora se están analizando. Bajo ninguna circunstancia, de todas maneras, supone un caso de dopaje, sino de adicción.

Denuncia en Holanda

 

El caso, denunciado el viernes por la noche por la televisión holandesa, provocó una situación complicada cuando los directores del Lotto-Jumbo fueron a la habitación de Lobato y no consiguieron despertarlo. “Pese a que tirábamos de él con la fuerza de 25 caballos”, según las palabras del mánager del conjunto holandés Richard Plugge.

 

Los médicos del equipo llamaron a una ambulancia, donde Lobato recobró la conciencia. Él y sus dos compañeros fueron conducidos al hospital. Lobato y Eenkhoorn permanecieron en observación hasta las 5 de la mañana, cuando fueron dados de alta.

Acusaciones negadas

 

Lobato niega las acusaciones de sus compañeros holandeses y desmiente que él diera a los otros corredores ninguna pastilla o gotas. El caso se encuentra ahora en trámite de discusión, ya que la escuadra quiere rescindir los contratos a lo que se oponen los ciclistas.

Sin embargo, sí está confirmado el uso del Stilnox y la problemática, sin que nadie quiera publicitar el nombre de su escuadra, de que este fármaco está extendido por el pelotón, desde hace muchos años. Incluso, algunos corredores han tenido que superar la adicción con ayuda médica con cuadros patológicos bastante graves.

Los precedentes

 

Se conocen los casos de ciclistas que por la mañana no se han acordado de nada, pese a aparecer la habitación como si una apisonadora hubiese estado de inquilina, y hasta hay situaciones límites que afectan a exciclistas que, una vez retirados, se han tratado, a veces sin éxito, para salir de la espiral de tomar Stilnox sin ningún tipo de control.

El conjunto del Lotto-Jumbo, a pesar de no haber comunicado oficialmente el nombre del somnífero, ha sido el primero que ha publicitado el tema y no ha escondido una situación que podían haber solventado sin sacarla a la luz pública.

El problema de internet

 

La venta por internet, en este caso a farmacias que se escapan del control que existe en la Unión Europea, ayuda a adquirir el fármaco a los deportistas y siempre, en todos los clubs o equipos, depende de la disciplina, hay un integrante que facilita a los demás las pastillas cuando alguien las pide.

 

Concretamente, en ciclismo, algunos equipos reconocen que con la retirada de algún corredor o la marcha a otro bloque de algún miembro de la plantilla la situación se ha controlado. Pero el hecho de que dos de los afectados del Lotto-Jumbo sean corredores de 20 y 23 años causa una enorme preocupación y evidencia que la utilización del Stilnox no está ni mucho menos solventada ni controlada en el pelotón profesional.