Ricardo Pozo asume la dirección deportiva

Continúa el silencio en la Cultural. Al menos en lo que a declaraciones públicas se refiere. Pero ayer, a través de un comunicado, el club sí quiso hacer oficial la contratación de Ricardo Pozo Gálvez como nuevo director deportivo. Un cargo hasta la fecha desierto por el que se supone comienza la reconstrucción de una plantilla que poco se parecerá a la de esta temporada. «Este proyecto tiene que estar basado en el espíritu de lo que es la Segunda División B; el hambre. El jugador debe saber que va a venir a un club con mucha trascendencia y con ganas de hacer las cosas bien», señala este cordobés con amplia trayectoria a sus espaldas en el mundo del fútbol, primero como jugador profesional, también como entrenador y ahora en su etapa en dirección y trabajo de secretaría técnica. En este punto le avala un importante recorrido en clubes como Osasuna, Sporting de Gijón, Valencia, Córdoba o Maccabi Haifa, entre otros.

«Soy un enamorado del fútbol, he trabajado para varios clubes y tengo muchas ganas de seguir aportando mi experiencia», insiste, consciente de la desilusión que impera entre los aficionados culturalistas tras el fracaso de curso —en el que un equipo con cerca de cinco millones de euros de presupuesto no se clasificó ni para el play off— y sobre todo tras varias semanas sin que la directiva ofrezca ni una sola explicación. «La Cultural se ha hecho un cartel muy importante en los últimos cuatro años gracias, en gran medida, a Aspire. Un club que viene de sufrir mucho tiempo en categorías bajas y que ahora es un equipo importante en Segunda B».

Pozo no adelanta, de momento, nombres pero sí promete que los seguidores se sentirán orgullosos de los suyos. «La gente se merece ver a unos jugadores que luchan, se entregan y pelean identificados a un escudo».

Considera que el proyecto de la academia catarí apenas está dando sus primeros pasos en la capital pese a los rumores de venta del club que les persiguen desde hace meses y que ahora se han visto acrecentados tras el desembarco de Iván Bravo e Ignacio Álvarez en el Alcorcón. «Aspire lleva cuatro años pero aún estamos en esa expectación. Pienso que el éxito del primer año ha sido contraproducente porque se ha visto muy pronto lo que era la meta y ha tapado el trabajo de los cataríes en el club. Yo conozco bien esta categoría y hay muchos clubes con problemas. La Cultural está saneada. Los resultados llegarán a corto plazo».

Finalmente, el nuevo máximo responsable de la parcela deportiva lanza un mensaje claro a los socios y seguidores del club. «A la afición lo único que le pido, porque sé que lleva un tiempo de intranquilidad, es que confíen que a la Cultural no se le va a dejar sola. Vamos a confeccionar un buen equipo del que se van a sentir orgullosos. Ojalá pronto estén contentos con el proyecto», finaliza.