El Pajariel Bembibre cae víctima de un mal segundo cuarto y el desacierto arbitral

El Embutidos Pajariel Bembibre perdió anoche su octavo encuentro ante el IDK Gipuzkoa por 63-70, lo que deshizo el empate en la zona baja de la clasificación. Unos minutos iniciales con alternancias en el marcador fueron la tónica inicial. Una pequeña escapada a base de intensidad y velocidad en ataque, dio como resultado un parcial de 7-0 obligando a Azu Muguruza a parar el partido con un 13-8. La defensa berciana ahogó varios ataques rivales con su intensidad, dejando sin poder tirar siquiera al Gipuzkoa. Unos errores en ataque y el acierto de las visitantes en el tramo final del primer cuarto las pusieron por delante. Unos fatales minutos de desacierto ofensivo para las de Pepe Vázquez, que vio como se complicó el encuentro cuando se ponían con doce arriba, 21-35 en el minuto 19.

A vuelta de vestuarios, se fue hasta el 23-39, pero una pequeña reacción bembibrense pareció recuperar terreno, pero siguió el partido por los mismos derroteros, percutiendo el aro bembibrense una y otra vez, a lo que se añadió el trío arbitral que desestabilizó a todo el equipo local, desestimando todo lo que fuera favorable al Pajariel Bembibre. Se disparó la diferencia otra vez a los 16 30-46 a los 25 minutos. Un parcial de 8-0 hizo soñar al Pajariel, 40-48, a menos de tres minutos para final del tercer cuarto. Un monumental error de la mesa hizo protestar a Vázquez quién recibió la segunda técnica siendo enviado al vestuario por el trío arbitral. Un error tras otro, los colegiados no acertaron en llevar el partido en los momentos calientes. Tras estos desatinos, volvió la diferencia a los 13 puntos.  

En el último cuarto, las cosas seguían con incertidumbre, con Vázquez en el vestuario, y con el Bembibre ocho abajo. El pabellón rugió a cada bocado local en el aro visitante, cualquier decisión dudosa arbitral encrespó al respetable convirtiéndose en una olla a presión. Siguieron apretando obstinadas, las bembibrenses que redujeron hasta el 57-60 (min 36), haciendo vibrar al Bembibre Arena, pero para su desgracia, afrontó los últimos 51 segundos con ocho puntos de diferencia y la heroica se convirtió en misión imposible.