«Tenemos lo que merecemos»

El presidente del Burgos, José María Quintano, culpó ayer a los socios y aficionados del equipo y a los políticos de que no se haya cubierto el capital social y el club haya descendido a Segunda B, aunque sigue confiando en que se alarguen los plazos. «En Burgos tenemos lo que nos merecemos», señaló el máximo mandatario, que destacó que los «socios no han querido comprar acciones» y que desde el «Partido Popular no quisieron apoyar cuando todo estaba arreglado ayer». Quintano eludió dar más explicaciones sobre la situación del club y fijó el próximo lunes como el día en que tenía previsto facilitar información, ya que aún espera que el Consejo Superior de Deportes les conceda la prórroga que han solicitado. «Seguimos confiando en la moratoria», dijo el presidente, que esta mañana se ha reunido por espacio de una hora con la plantilla y el cuerpo técnico para explicarles lo que había ocurrido. El Burgos debía haberse convertido en sociedad anónima deportiva a las doce de la pasada noche, algo que no se ha producido ya que no se desembolsaron los 3,5 millones de euros de capital social que eran necesarios, por lo que desciende de categoría y su plaza la ocupará el Levante. Y el Compostela entrena La plantilla del Compostela comenzó ayer sus entrenamientos de preparación de la temporada 2002-2003 sin conocer aún en qué categoría jugará, ya que el club todavía no ha saldado la deuda que mantiene con los jugadores. Si antes del 31 de julio no salda la deuda que mantiene con sus jugadores (algo más de 600.000 euros), correspondiente a la temporada anterior, el club descenderá a Tercera. Como vía de solución, el club está negociando con los jugadores para que éstos retiren la deuda a cambio de garantías de un próximo cobro. Caneda señaló ayer que confía en que los jugadores retiren sus denuncias. «Antes de que termine la pretemporada que ahora iniciamos, habrán cobrado», dijo Caneda, quien reiteró su petición a ayuda a las instituciones para subsanar la deuda. Renegociar la deuda El primer éxito en esta política de renegociar la deuda con los jugadores se obtuvo con el central Chema, cuyo contrato expiró el 30 de junio. Pero el jugador alcanzó un acuerdo, al que sólo falta poner rúbrica, con el club. De esta forma Chema renueva por dos años y con algunas compensaciones, aunque primero debe retirar su denuncia. Junto a Chema, también se presentó en el primer entrenamiento Andre Luiz, que el año pasado jugó cedido en un equipo con su país pero que aún tiene contrato con el Compostela.