Van Gaal decide hacer oficio total del equilibrismo parcial

Van Gaal vivió en pocas horas las dos primeras tormentas de la temporada que se tornaron en diluvio. La primera en el campo del Novelda tras caer por 3-2. La segunda en el entrenamiento matutino de ayer jueves al llegar tarde por una espectacular tormenta que anegó la autopista que conduce al técnico holandés desde Sitges al Camp Nou. El aguacero pilló a Van Gaal desvelándose de un mal sueño. Su proyecto se tambaleó a la primera de cambio. Un mal portero, la escandalosa parsimonia de la defensa y un sistema caduco enviaron al Barça a la calle. El mayor descontrol estuvo en el aspecto defensivo. Prueba de ello son las declaraciones de Frank de Boer tras caer en Novelda en las que acusaba a su compañero Robert Enke de los goles encajados. El destino parece ser el mejor aliado de Johan Cruyff. El ex técnico azulgrana presentó un anuncio de la marca de pinturas «Bruger» que grabó junto a su hijo Jordi. La casualidad unió otra vez la actualidad del Barcelona, tan sólo un día después de la derrota, junto a uno de los grandes mitos del barcelonismo. Cruyff no se mordió la lengua. Nunca lo ha hecho. El holandés definió la derrota como «muy triste» y aseguró que «perjudica la imagen del club» y crea «un impacto negativo». El ex técnico del club azulgrana abogó por un cambio radical en la estructura directiva y, sin nombrarlo, señaló a Gaspart como el culpable. «El problema del Barcelona es que nunca pasa nada. Ni en el año pasado, ni en el anterior, y este año también veremos que tampoco pasará nada», afirmó. Cruyff invitó a los socios a realizar un cambio por el bien del club, tras no ganar ningún título en las últimas tres temporadas. Cruyff aseguró que el Barça vuelve a sufrir de «madriditis» y señaló que lo que hay que hacer «es mantener una línea propia como teníamos en mis años».