Un puzzle que no encaja

Pocas veces en los últimos años una plantilla de la Deportiva había generado tanta ilusión entre los aficionados antes del inicio de temporada. Motivos había para la esperanza, ya que el plantel que dirige Simón había carburado de maravilla durante los partidos de preparación. Hasta el propio técnico comentó que no era normal ver al equipo tan fino a las primeras de cambio. La gran pregunta entonces sería por qué tres semanas después de que la maquinaria berciana se moviera casi de memoria, ahora resulta que se atasca con alarmante facilidad. Las respuestas tiene que brindarlas el cuerpo técnico, pero da la impresión de que tampoco el entrenador tiene una visión muy clara de lo que le está pasando a su equipo. El sábado en Madrid probó con tres hombres en la zona central del campo, introduciendo a Villa por delante de Arcadio e Igor. La apuesta parece sensata pero acarrea un inconveniente y es que se desprotege el juego ofensivo al dejar arriba solamente a Alejandro, en este caso. Eso en Madrid se pagó caro porque la Deportiva careció de pegada y sólo cuando llegó Panadero y, especialmente, después de encajar el gol, se enseñaron las uñas en un campo donde un tanto de la Deportiva habría hecho mucho daño a la inexperta plantilla madrileña. Arriba también hay problemas. Alejandro pelea como nadie pero está desasistido. Las bandas no aportan lo que se esperaba, cuando parecía una línea bien reforzada esta campaña. Panadero está con ganas y Cascallar es siempre Cascallar. Eso por no hablar del dilema en el centro de la zaga que Simón ha variado en los tres partidos. Hacen falta respuestas.