Recta final para una temporada de caza menor que ha ido peor de lo esperado

La temporada de caza menor en Castilla y León afronta su último mes de actividad (bajará el telón el 23 de enero de 2022). Y lo hace manteniendo la tónica del inicio con un desarrollo desigual según sea la zona de la provincia y con tres de sus piezas estrella (liebre, conejo y perdiz).

En cuanto a la liebre, se puede decir que esta campaña ha sido la peor parada. Diferentes afecciones sanitarias han diezmado su población de una manera notable lo que sin duda alguna ha repercutido en las perchas de los cazadores. Poder atisbar a alguna ha sido complicado y cobrársela también. Un panorama que sin duda alguna, si no se actúa, podría repetirse en sucesivos años con lo que ello supondría e manera negativa.

El conejo también ha contado con vaivenes aunque con una mejor perspectiva. Bien es cierto que las poblaciones no son igual de numerosas que en los últimos años aunque su cifra aún sigue en modo aceptable. Algo que los cazadores esperan que se mantenga hasta el final de la campaña dentro de un mes. Y la tercera pata de la mesa la perdiz, se puede decir que al menos aunque de una manera desigual es la que ofrece una situación más favorable, aunque también con la necesidad de que pueda mejorarse ara sucesivos años. Todo ello para una campaña que se iniciaba en octubre y que durante dos meses ha dejado claro que si bien la nota es de aprobado, este no es tan holgado como podía augurarse. En lo que queda de esta las perspectivas no apuntan a una mejoría importante, todo lo contrario. Más bien a que la situación y desarrollo no varíen. Eso apunta a que la valoración no vaya a ser muy relevante en cuanto a factores positivos. Y con el deseo de que mejore para el siguiente ejercicio.