El Clínica de Ponferrada pierde el norte en Burgos (94-85)

Nueva derrota de un irregular Clínica Ponferrada CDP que cayó (94-85) derrotado a domicilio ante el Tizona Universidad de Burgos. Los pupilos de David Barrio atraviesan por un bajón de juego pronunciado y confirman que atrás ha quedado ese equipo desacomplejado en ataque e intenso en defensa, pues ahora las desconexiones en defensa y los malos porcentajes de acierto en el tiro exterior se pagan muy caras. En esta ocasión esos problemas ya habituales y la excelente actuación del base del Tizona Dídac Cuevas que pudo con todos sus defensores, unido a un gran Bortolussi desde el triple, resultaron determinantes en la derrota berciana.

El choque comenzó a muy buen ritmo, con muchos puntos y varias alternancias en el marcador producto de los variopintos errores a ambos lados de la pista y de lo alocado que se inició el duelo. La igualdad fue total hasta que el primer triple de Bortolussi y un parcial de 5-0 colocaban el 16-11 en el 6´. Pero aunque el planteamiento no varió los bercianos cerrarían pronto esta desventaja, de nuevo optando por una seña de identidad como la intensidad defensiva y apostando por la velocidad e

n sus ataques, casi siempre desde fuera a dentro pues el tiro exterior no terminaba de funcionar y sólo Manchón había anotado de tres (1/5 en triples). Al final 22-21.

Con la experiencia y físico de Ruíz de Galarreta y De Berry los burgaleses buscaron en el inicio del segundo cuarto hacerse fuertes en la pintura, pero en los primeros ataques bercianos Córdoba y Godspower encestaban de tres y el Ponferrada se volvía a poner arriba después de un buen tramo a remolque (máxima con el 23-31 en el 3´ y tiempo muerto obligado del banquillo local). De vuelta al juego los de Barrio concedieron un rebote defensivo y les cayó un triple. Una distancia que los verdes no supieron defender en este tramo pues encajaron tres seguidos y de hombres de reconocida fama (35-35 en el 5´ con la muñeca de Dídac Cuevas como protagonista). Silvano Merlo taponó la sangría también desde el triple, pero esa desconexión defensiva había salido muy cara y la psique ahora era local (40-38 en el 8´). En el tramo final el equipo recuperó sensaciones defensivas y sin estar demasiado acertado arriba todo acabó empatado (45-45).

La poca actitud de los visitantes en defensa y un parcial local de 11-3 obligaron a David Barrio a parar el juego rápido, pero el equipo flotaba el triple y los locales colocaban una nueva máxima de +11 en el minuto cuatro. Tocaba remar y hacer la goma de nuevo, pero ya no servía con volver a la senda de la buena defensa pues también se necesitaba acierto y ahora había demasiada tensión como para tener precisión. El Ponferrada estuvo muy incómodo en todo momento (69-60 a falta de 2´) y con Jorge Martínez desaparecido sin puntos ni asistencias eso le dejaba contra las cuerdas. Al final 71-62.

El último cuarto comenzó con el local Cuevas monopolizando los ataques y puntos de un Tizona que mantenía a raya a un Ponferrada muy previsible en ataque que abusaba del triple sin suerte (78-67 en el 3´ y tiempo muerto de David Barrio). Pero el equipo no reaccionaba y seguía concediendo muchísimo en su aro (83-69 en el 4´). Llegados a esta situación sólo quedaba apelar a la heroica, pero nadie era capaz de frenar a Dídac Cuevas y sólo el orgullo de hombres como Córdoba hacían creer en que había esperanza (86-81 a falta de 2´ y tiempo muerto local). Entonces Cuevas ejecutaba un paso atrás perfecto y le enchufaba un triple en la cara al propio Córdoba para sentenciar el resultado definitivamente. A la conclusión 94-85.