Dos galaxias a por la tercera estrella
Este domingo, al caer la noche sobre el estadio de Lusail, un país («una gran nación de fútbol», como dice Deschamps) se habrá ganado el derecho a bordar una tercera estrella sobre su camiseta (16.00 horas, en La 1 de TVE y Gol Mundial ). Francia y Argentina llegan a la final del Mundial por caminos diferentes pero con idéntico estado de ánimo. Los galos se ven ante el reto histórico de revalidar el triunfo que consiguieron en 2018, una gesta cuyos únicos precedentes hay que buscarlos en viejas películas rodadas en blanco y negro. Nadie lo ha vuelto hacer desde los remotos casos de Italia (1934 y 1938) y Brasil (1958 y 1962). Argentina, en cambio, lleva casi cuarenta años buscando desesperadamente al sucesor de Kempes y Maradona, los dos iconos nacionales que se coronaron campeones mundiales en 1978 y en 1986.
Es esta, quizá más que ninguna otra, una final con nombre propio. A Leo Messi, el mejor jugador del mundo y uno de los grandes futbolistas de la historia, solo le queda esta bala en el revólver. Tiene 35 años y ya ha anunciado que este será su último Mundial. La Copa Jules Rimet es el único título importante que falta en su exuberante palmarés. Siconsigue alzar el trofeo en el estadio de Lusail, sentirá que ha cerrado todos los círculos posibles y que ha completado su fabulosa carrera con una brillante y ruidosa traca. Si no lo logra, seguirá habiendo un hueco doloroso en su currículum y algo en su interior le recordará siempre que Maradona y Pelé, sus antecedentes en el olimpo futbolístico, sí ganaron la estrella.
Un hito histórico
Si Francia vence se sumará a Italia y Brasil como selección que logró dos mundiales seguidos
Por su parte, Kylian Mbappé, que a veces parece jugar al margen de sus compañeros, ha dejado en este Mundial muestras de su potencia y de su impecable definición, aunque su rendimiento ha caído en los dos últimos partidos. Sin embargo, Francia, que navega por este campeonato como un acorazado, ha demostrado ser mucho más que Mbappé y ha sabido sobreponerse a una larga cadena de lesiones y contratiempos. Tienen un equipo mientras que Argentina lo fía todo a Messi.