FÚTBOL | PRIMERA FEDERACIÓN
El cuento de nunca acabar en la Cultural
El club presenta el cómic del Centenario coincidiendo con la semana decisiva en la que el equipo leonés se juega la salvación
Los jugadores de la Cultural preparan el partido ante el Celta B. CYDL
La Cultural presentó ayer el cómic del Centenario justo en la semana más convulsa de toda la temporada, con el equipo a solo cuatro puntos de los puestos de descenso, la destitución de Eduardo Docampo como máximo responsable del banquillo y la interinidad de Israel Martínez por ahora. Y en el horizonte cercano el Celta de Vigo B, que visitará el Reino de León este domingo necesitado de los tres puntos para seguir dentro del play off de ascenso a Segunda División.
Aunque si alguno de los dos clubes tiene necesitad de ganar ese es sin duda el conjunto culturalista, quien puede complicarse de verdad la vida si continúa encadenando malos resultados. Y es que la única alegría de esta segunda vuelta se la brindaron a sus aficionados derrotando al Deportivo de la Coruña, pero de eso hace ya más de un mes. Desde entonces todo fueron derrotas o paupérrimos empates.
Tal ha sido la debacle de la Cultural desde que arrancó 2023 que Eduardo Docampo se convirtió esta misma semana en el duodécimo técnico al que ‘cortan la cabeza’ en los últimos siete años, justo cuando restan cinco jornadas para lograr el único objetivo real del curso para los leoneses; no descender a la cuarta categoría del fútbol español. Así de cruda es la realidad de una institución deportiva que en la campaña que celebra sus primeros cien años de existencia tiró por tierra todas las oportunidades que tuvo incluso de entrar entre los cinco primeros clasificados para terminar con la soga al cuello y la posibilidad cierta de caer en otro pozo aún más profundo que el de la Primera Federación o la antigua Segunda B, donde se ha pasado la mayor parte de temporadas a lo largo de su centenaria trayectoria deportiva. Un cuento de nunca acabar que escribía su última polémica esta misma semana y que ha provocado el hartazgo de los socios y aficionados, que en el último partido en casa derivó en una pitada general de toda la grada contra jugadores, entrenador y director general, al que pidieron su dimisión.
El club reclama unidad
Un clima de crispación que ha llevado también a cancelar las ruedas de prensa habituales de los jugadores durante la semana previa para evitar preguntas incómodas, no así la de Israel Martínez, que hoy sí se sentará ante los medios de comunicación por la mañana.
Desde el club, al menos de puertas para fuera, tratan de pasar la tormenta deportiva como pueden, reclamando unidad ante la nueva final que se les avecina. Si se vence estarán un paso más cerca de la salvación, aunque habrá que seguir remando.