Quince años y un mismo objetivo
Diego Peláez y Pablo Quintana viven en el mismo vestuario el sueño hacia el ascenso del Atlético Astorga El capitán lo logró hace nueve años con 26, éxito que el canterano, con 11, veía desde la grada de La Eragudina
Hace nueve años el Atlético astorga lograba su hito más importante a nivel deportivo, el ascenso a la Segunda División B. Aquel mes de junio de 2014 Diego Peláez lo vivía como protagonista sobre el terreno de juego. Y a unos metros de distancia, en la grada, también disfrutaba del éxito un muy joven Pablo Quintana.
Siete años después ambos volvían a coincidir con la misma camiseta y el reto de elevar al club a un escalón más importante. Uno ya consolidado como capitán y alma mater y el otro, aún en edad juvenil, ganándose los minutos con su trabajo y calidad. Pero el Mirandés B cortó las alas a ambos y las ilusiones de un club y una ciudad que aspiraba a elevarse al cielo de la ya nueva Segunda Federación.
Dos instantáneas que Diego y Pablo tienen grabadas en sus retinas. Y a las que esta temporada se añade un nuevo capítulo, el de un nuevo intento del plantel verde entrenado por José Luis Lago de hacerse un hueco en la cuarta categoría del fútbol español. Y esta vez con los dos jugadores disfrutando de un protagonismo evidente, el primero con 35 años y erigido en el gran referente de un equipo que luce como la bandera deportiva de la ciudad, y el segundo con 20 dispuesto a que su equipo alcance la gloria.
«Para mí es un orgullo que jugadores como Pablo estén en la plantilla», apunta Diego, un capitán que ejerce de guía y que con su experiencia y calidad ha ayudado a los más jóvenes a integrarse en el equipo. «Llevo muchos años en el club de mi ciudad y que me vean como alguien en el que reflejarse es para sentirse satisfecho de lo que has hecho», añade.
Pablo, por su parte, reconoce que jugadores como Diego «han sido para mí una referencia. Siempre quise jugar en el equipo de mi ciudad. A Diego lo veía desde pequeño y cuando yo iba superando escalones dentro del club desde alevines a juveniles. Y para mí ahora es algo maravilloso poder compartir vestuario».
Diego lo tiene claro: «Me gustaría que en el Atlético Astorga hubiera más jugadores de la ciudad pero no es posible. Aún así aquí somos todos una familia con mucha gente de León y otros que vienen de fuera y se han adaptado a la perfección. Me alegro también de que jugadores como Pablo estén dándolo todo y disfrutando de lo que estamos consiguiendo», precisa el capitán que después de tres meses lesionado tendrá que esperar al partido de vuelta frente al Salamanca para volver a jugar. «Espero hacerlo. Me he perdido unos cuantos partidos de Liga y también la eliminatoria frente al Tordesillas. Y no creo que esté en condiciones para jugar el domingo en Salamanca. Yo siempre doy el cien por cien y en estas condiciones y aún en fase de recuperación no creo que pueda hacerlo. Por eso trataré de estar en la vuelta en La Eragudina para ayudar en lo que sea».
El que sí estará en la ida será Pablo Quintana que espera vivir una nueva gesta maragata. «El Salamanca es un rival muy fuerte y tendremos que darlo todo para superarlo. Lo que ha ocurrido en la Liga regular es ya agua pasada. Y ahora hay que pensar e lo que tenemos que hacer para solventar una nueva eliminatoria», apunta Pablo que sin duda alguna está disfrutando con la gran temporada realizada por el equipo.