El horizonte no está nada claro

La deriva que está adquiriendo la situación de la Cultu en Liga y tomando como referencia las temporadas anteriores, no hace presagiar nada bueno, aunque dando por supuesto que el domingo terminará la jornada sin más sobresaltos.Si desde el descenso de categoría la evolución siempre ha sido negativa, llegando a la penúltima jornada en la temporada anterior sin cerrar la salvación, esta campaña se supera esa situación llegando a la última jornada sin hacerlo. Ya sé que es muy difícil que se den todas las opciones, pero no deja de ser preocupante, casi desesperante, la mirada a la tabla.

Si miramos a la parte alta, la posición del Alcorcón de Iván Bravo jugándose el ascenso resulta más irritante.La obediencia al ‘jefe’ Iván Bravo, el director general de Aspire, nos está lastrando, hasta llegar a esta situación. ¿Cómo será la planificación de la Cultural si el Alcorcón no asciende?¿Seguiremos dependiendo de la voluntad de alguien con lucha de intereses interpuestos? Esta pregunta ya se respondió esta pretemporada con jugadores en el punto de mira de la Cultu que acabaron en el club madrileño.

No se vislumbra un horizonte muy claro para la Cultu mientras nuestros destinos estén marcados por un director general atado de pies y manos por otro director general con más poderes y más estatus en una organización como Aspire, que empieza a dar la impresión de que su paso por León debería terminar cuanto antes si no se revierten actuaciones pasadas y que la apuesta por nuestro club sea clara y decidida.La paciencia de la mayoría de la afición ya hace tiempo que se agotó y la desesperación es una palabra muy recurrente en el idioma culturalista. Gracias por lo hecho y a otra cosa. ¡Aúpa Cultu! Siempre.