Bidasoa frena en seco al Ademar (31-27)

Un pésimo inicio en la segunda mitad le complicó mucho la vida al Abanca Ademar León (31-27) ante un Bidasoa de Irún que aprovechó para irse de hasta 6 goles (26-20). Lo intentaron los de Dani Gordo de ahí al final con ataque de 7, consiguiendo acercarse hasta el 27-24, pero la excelente actuación de Harbaoui bajo palos dejó sin opciones a los de Dani Gordo, que pagaron muy caras sus pérdidas de balón.

Salían los dos equipos a pista con una defensa tradicional de 6-0 que en los primeros minutos se imponían claramente a los ataques. Entre las defensas y los porteros, el marcador tardaba más de tres minutos en moverse, lo inauguraba Adrián Casqueiro para Abanca Ademar de León, que empezó a ejercer un ligero dominio sobre Bidasoa Irún. Con transiciones rápidas, los de Dani Gordo ponían una y otra vez en apuros a los locales, colocándose con dos goles de renta (3-5; 4-6). Pero la alegría duraba poco. A partir del minuto 7, con la exclusión de Moreira en las filas leonesas, los irundarras empezaban a sacudirse la presión visitante, imponiendo poco a poco su defensa para secar por completo el ataque de un Abanca Ademar de León que encajaba un parcial de 7-1 y veía cómo el equipo local se iba de 4 goles (10-6, minuto 14).

No lo dudaba el técnico de los leoneses, que paraba el partido. Le sentó bien a los leoneses el parón y a la vuelta Casqueiro volvía a ver cómo los balones llegaban hasta su posición, facilitando la reacción de los suyos, que se colocaban a solo un gol de diferencia (11-10, minuto 18).

No conseguía, sin embargo, Ademar completar su reacción ante un rival muy sólido en defensa que, además, contaba bajo palos con la enorme aportación de su portero, Skrzyniard, parando casi todo lo que llegaba. Así iba haciendo la goma Bidasoa de Irún, que volvía a escaparse hasta los 3 goles de renta. Pero los leoneses conseguían mantenerse en el partido. Dani Gordo movía el banquillo, Abanca Ademar ganaba en movilidad tanto ofensiva como defensiva y a falta de poco mas de cinco minutos para el final apretaban el electrónico (13-12). De ahí al descanso la igualdad era máxima, con los leoneses jugando con dos centrales en primera líneas (Rodrigo Pérez Arce y Juan Castro) y un Bidasoa Irún que pese a gozar de una nueva superioridad no conseguía ahora imponerse y veía como los leoneses empataban a 15 goles a falta de 12 segundos. Sin embargo, una última jugada de los locales, bien culminada por Da Silva, dejaba el 16-15 en el luminoso al descanso.

Tras el descanso salía Bidasoa Irún mucho más enchufado que su rival y en menos de dos minutos los locales firmaban un parcial de 3-0 que obligaba a Dani Gordo a parar rápidamente el partido. Los suyos parecían haberse quedado en el vestuario, despistados en defensa, lentos y sin acierto. Los desajustes de los ademaristas no cesaban y Bidasoa Irún no desaprovechaba los regalos de su rival para irse de cuatro goles (21-17, minuto 37). Solo las paradas de Kilian Ramírez mantenían a los leoneses en el partido en sus peores momentos, consiguiendo evitar que los locales se vayan mas allá de los cuatro goles. Sin embargo, no conseguían los de Dani Gordo corregir sus pérdidas de balón, fallando mucho en las transiciones y facilitando los contragolpes letales del conjunto irundarra, que a 16 minutos del final consigue por primera vez en todo el partido colocarse con cinco goles de ventaja.

Se desesperaba el técnico visitante, que veía cómo su equipo apenas había conseguido anotar 2 goles en esos primeros 14 minutos. Intentaba Gordo dar un punto más de mordiente en ataque a los suyos apostando por atacar con siete hombres. Conseguían los leoneses finalizar con éxito algunos ataques, aunque no reducir diferencias, y con un gol de puerta a puerta los locales colocaban el 26-20, obligando a Dani Gordo a pedir su último tiempo muerto para tratar de reordenar a su equipo (minuto 48). No lo desaprovechó el equipo leonés, que a la vuelta conseguía meterse de nuevo en el partido acercándose hasta los 3 goles (26-23).

Abanca Ademar León movía el balón con velocidad y llegaba con opciones a la recta final del encuentro, pero Harbaoui dejaba sin opciones a los visitantes con dos paradones que, a falta de dos minutos del final posibilitaba los contraataques de los suyos, que colocaban el 30-26 en el luminoso, dejando el encuentro prácticamente visto para sentencia y a los ademaristas sin opciones de poder acercarse al trío de cabeza en la tabla clasificatoria.

Se corta en seco una racha de tres triunfos seguidos de los de Gordo, que ahora se medirán al Barcelona.