Derbi con cuentas pendientes entre el Real Madrid y el Atlético

’Déjà vu’ en la capital. Por tercera vez en menos de un mes, concretamente 24 días, Real Madrid y Atlético se ven las caras. Primero fue el turno para la semifinal de la Supercopa de España en Arabia Saudí, y la fortuna sonrió al blanco en la prórroga; luego llegó el duelo de octavos de la Copa del Rey, esta vez en el Metropolitano, y como en el duelo liguero de la primera vuelta la moneda cayó del lado rojiblanco. Ahora la pugna madrileña corresponde a la Liga, y aunque no sea un derbi eliminatorio como los dos anteriores puede marcar el devenir del campeonato.

Para el Madrid, que llega pletórico en el torneo de la regularidad con seis victorias consecutivas, la cita frente al rival colchonero puede suponer un golpe encima de la mesa. Un triunfo le mantendría en lo más alto de la tabla una semana más y además descartaría ya completamente al Atlético en la pelea por el título, pues alejaría a los hombres del Cholo a un abismo de trece puntos de distancia a falta de quince jornadas para el final.

A tenor de las circunstancias, el cuarto derbi madrileño del curso, el primero en el Santiago Bernabéu (21.00 horas, Movistar LaLiga) , parece la última opción del Atlético para aferrarse a la lucha por el campeonato. La derrota e incluso un empate, a priori valioso en un feudo en el que solo el Rayo Vallecano ha pescado un punto esta campaña, descartan prácticamente sus últimas esperanzas, pero asaltar la casa del eterno rival acorta la distancia a siete puntos y resuelve el desempate particular en favor colchonero después del solvente triunfo local en el Metropolitano en la primera vuelta.

El Atlético no contará en Chamartín, cuya atmósfera Simeone comparó con la de Arabia Saudí, con ese factor ambiental que le va como anillo al dedo, pues su rendimiento difiere mucho desde la condición de local o visitante. En duelos tan ajustados como los derbis madrileños, que últimamente parecen haber superado a los clásicos entre Madrid y Barça por competitividad y atmósfera de rivalidad, cualquier detalle decide.

Eso sí, todo se resolverá sobre el terreno de juego.