Diario de León

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Una nueva División para el Cleba

La Honor-Oro pasará de doce a catorce equipos a partir de la próxima temporada 
Las de Leo Álvarez huyen de la última plaza, la única que conlleva descender

El Rodríguez Cleba quiere asegurarse la permanencia en la Honor-Oro cuanto antes. MARÍA FUENTES

León

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La División Honor-Oro, que cumple su segundo año de vida desde que se reformuló hace un par de temporadas, pasará a tener de doce a catorce equipos a partir de la 2024-25. Una decisión que se consensuó entre Federación Española de Balonmano y clubes para darle otro realce a la segunda competición femenina nacional —en la que milita el Rodríguez Cleba— y de paso que no haya tantas jornadas libres desde su inicio al final.

Un cambio que afecta a los descensos de este curso en la Honor-Oro, donde solo perderá la categoría el último clasificado, puesto que ahora mismo ocupa el Pereda, precisamente el equipo al que las ‘guerreras’ leonesas vencieron el pasado fin de semana en Villacelama (28-20). Las de Leo Álvarez tienen claro que su objetivo no será otro que el de alcanzar la permanencia cuanto antes, pero lo cierto es que todavía van a tener que remar mucho para alejarse de la cola de la clasificación. De momento son octavas con 10 puntos, por encima de Almería (10), Pozuelo (9), Almassora (9) y Pereda (8).

Ahora mismo restan siete jornadas para que concluya la fase regular y el Cleba no tiene un calendario a priori sencillo, con solo dos ‘finales’ ante Pozuelo y Almassora, por tanto van a tener que subir el nivel de concentración en lo que resta de Liga si no quieren pasar apuros. Toda la planificación inicial del club se diseñó para mantenerse, por tercer años consecutivo, en la Honor-Oro. De momento no hay presupuesto para mucho más, a falta de liquidar los cerca de 35.000 euros de deuda que aún faltan por pagar a la entidad leonesa.

Lejos quedan ya antiguas aspiraciones de recuperar el balonmano de élite, como no hace tanto ocurría. La realidad es muy diferente y no faltan las voces críticas —incluso dentro de la directiva— que exigen algo más de ambición.

Lo bueno —este año— es que solo hay un puesto que conduce a los infiernos.

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