Diario de León

LIGA DE CAMPEONES

Atlético Madrid 2 (3) Inter 1 (2) Los rojiblancos sellan en la prórroga, con un Oblak magistral, el pase a la siguiente ronda tras un partido vibrante

El Atlético se gana los cuartos

Los jugadores del Atlético de Madrid celebran el pase a los cuartos de final tras la tanda de penaltis. J. MARTÍN

Publicado por
IÑAKI DUFOUR
Madrid

Creado:

Actualizado:

FÚTBOL

En los penaltis, tras un esfuerzo descomunal y conmovedor, después de igualar la eliminatoria en el minuto 87 con un gol de Memphis Depay (2-1), el Atlético de Madrid soportó la prórroga y se impuso en los penaltis al Inter para culminar la remontada y la apoteosis del Metropolitano, con un Oblak esplendoroso en los once metros y un fallo final de Lautaro Martínez, rumbo a los cuartos de final de la Liga de Campeones.

En el noveno lanzamiento, el atacante argentino, el goleador del Inter, mandó a las nubes su derechazo para poner punto y final a una serie emocionante, en la que el conjunto rojiblanco quizá mereció más durante el tiempo reglamentario.

Su recompensa llegó al límite: marcó la primera pena máxima Calhanoglu, respondió Memphis, Oblak se agigantó para repeler los lanzamientos de Alexis Sánchez y Klaassen, pero entre medias Sommer había repelido el tiro de Saúl. Acerbi acertó, también Correa y, finalmente, Lautaro Martínez erró su lanzamiento.

Lo tenía claro Simeone. Estruendoso el Metropolitano, enérgico el Atlético, estuvo a la altura del partido. Lo encaró sin miedo. Sin complejos. Nunca desistió. Ni siquiera cuando el Inter lo golpeó de repente, porque el equipo italiano fue trepidante, preciso, concluyente cuando sale al contraataque.

Desaprovechado su primer momento del encuentro, cuando el Atlético presionó con éxito, agobió a su adversario y le creó unas cuantas ocasiones, sobre todo una de inicial de Lino que solventó crucial Sommer con la mano izquierda (después, la réplica visitante la repelió magnífico Oblak ante Dumfries), recibió el 0-1. De pronto. No inesperado. El Inter vuela.

En el minuto 33, la demostración precisa del equipo ‘neroazzurro’ desbordó la estructura del Atlético (construida en un 5-4-1, con Griezmann a la izquierda cuando defendía). A Nahuel Molina. A Marcos Llorente. A Savic. A todo el sector derecho, con la ruptura de Barella, que entregó atrás el gol a Dimarco.

Tan fácil en la apariencia, tan difícil en la realidad, es el Inter una maquinaría afinada, preparada para aprovechar cualquier concesión de su rival, pero también para crear las grietas por las que romper el encuentro. El 0-1 habría sido un mazazo para cualquiera. Un golpetazo de compleja reanimación. No para el Atlético, resurgido de inmediato con el 1-1.

De vuelta cuatro partidos después, Griezmann despertó la fe.

Dos minutos después, tan solo, del 0-1, con todo lo que eso supone en un partido tan medido, tan detallista, que se mueve en un filo tan estrecho.

Griezmann quiso más antes del descanso. Su incursión terminó en el despeje de la zaga contraria. Simeone, en la banda, agitó los brazos hacia la tribuna. También quería más de la afición. Su fuerza. La encontró desde el primer instante. Nadie recordó lo de Cádiz. Ni una mirada atrás. El público se entregó desde horas antes. Hasta el final. Rugió como siempre en los grandes duelos, incluso más alto. La Liga de Campeones despierta todos sus anhelos.

Y más una remontada. Nunca desistió. Fue más allá en el segundo tiempo. Ya en el minuto 87, fue la vencida. Memphis recibió dentro del área y cruzó su disparo. Un gol para la prórroga. Allí lo intento el Atlético pero fue necesario llegar a los penaltis para abrir la puerta de los cuartos de final.

tracking