Fórmula 1
Australia arranca el Mundial de F-1
Melbourne estrena una temporada vibrante con un ‘Gran Circo’ por todo lo alto en el que Verstappen defiende título frente a Norris, con Hamilton y Sainz de estreno y Alonso entre duda e ilusión por volver a brillar

Tras casi 100 días, la Fórmula 1 vuelve a hacer rugir sus motores. Lo hará donde, según los puristas, debe hacerlo: Australia. El Albert Park Circuit, con sus recovecos, sus ligeras pero tendentes pendientes y su sinuoso trazado es una buena piedra de toque para poner el primer ladrillo de una campaña con más incógnitas que certezas.
La lógica apunta a que debe ser Lando Norris, porque con una situación de estabilidad normativa como la que se atraviesa en este 2025 nada hace pensar que vaya a cambiar mucho el «statu quo» respecto al final de 2024. No obstante, y aunque el candidato británico debería ser el favorito, no se debe dejar de lado a su compañero, Oscar Piastri, al que McLaren renovó en la previa de la cita inaugural de la temporada. Toda una declaración de intenciones y un aviso.
El rendimiento de McLaren determinará también la posición de Max Verstappen. Tendrá como compañero a Liam Lawson, que cuenta con un reto nada fácil: sustituye al olvidado Sergio Pérez en la ingrata labor de escudero del ogro neerlandés.
Aunque las miradas en lo deportivo se posarán sobre los dos campeones de constructores y pilotos de 2024, mediáticamente el foco estará en el muro de Ferrari. El debut de Lewis Hamilton con la Scuderia en un gran premio ha levantado una expectación que ya hace salivar a los productores de Netflix que estarán grabando para la siguiente temporada de su serie inspirada en hechos reales. El rendimiento del SF25 es una de las grandes incógnitas de este comienzo del año, no solo por el debut de Hamilton sino por ver cómo Charles Leclerc responde al reto de tener al heptacampeón a su lado. Una de las grandes incógnitas a despejar en este 2025 es la del liderato dentro de Ferrari: ¿el Predestinato o la leyenda recién llegada? Otra de las dudas que quedan por resolver está, precisamente, en el piloto que tuvo que salir de Ferrari para hacer sitio a Hamilton. Carlos Sainz parece haberse adaptado razonablemente bien a William.
Fernando Alonso llega a Australia, circuito donde ya ganó y debutó en 2001, con la sospecha de que su temporada 22 en la Fórmula 1 va a ser incómoda. El asturiano sabe que el AMR25 es heredero del hierro que resultó su predecesor, y hasta que los lápices de Newey no empiecen a dar frutos, así va a continuar.