Ferrero y Mantilla marcan el paso

El ilerdense Albert Costa, campeón de Roland Garros 2002, fue apeado de la competición por otro catalán, Félix Mantilla, que de esta manera se tomó la revancha de su derrota del año pasado ante Costa en la primera ronda del torneo. Desde 1997, cuando Carlos Moyà llegó a la final en la que perdió frente a Pete Sampras, nunca España había tenido dos representantes en octavos de final, lo que ya sucede con Ferrero y Mantilla, existiendo la posibilidad de que aumente la cifra a expensas de lo que acontezca en los partidos que disputarán Feliciano López (contra El Aynaoui), Fernando Vicente (frente a Andy Roddick) y Alberto Martín (ante James Blake). Ferrero lo tuvo complicado en su duelo con el siempre sorprendente francés Fabrice Santoro. El de Onteniente se impuso por 4-6, 6-3, 4-6, 6-2 y 7-5 después de tres horas y veinticinco minutos. Juan Carlos desaprovechó hasta cuatro bolas de partido. Problemas físicos Acertó en el quinto intento. Ferrero acusó molestias en su muslo izquierdo y eso le causó una cierta fatiga. Por primera vez alcanza los octavos de final en el Open. De su partido con Santoro comentó: «Con este rival nunca sabes el golpe que va a conectar, así que no resulta nada fácil vencerle». Cree que la clave del encuentro radicó en la efectividad de su saque durante el quinto set. La estadística denuncia tan sólo 29 errores no forzados de Ferrero por los 42 del francés. Y en cuanto a golpes ganadores no hubo color: 85 del español contra los 48 de Santoro. El galo cometió catorce dobles faltas. «Fueron demasiadas», se lamentó. En octavos Ferrero jugará contra el joven croata Ancic, uno de los jugadores más prometedores de la nueva hornada. El partido entre Félix Mantilla y Albert Costa se decantó a favor del primero por 3-6, 6-3, 4-6, 6-1 y 6-3 en tres horas y dieciocho minutos. Mantilla aprovechó mejor sus oportunidades. Más consistente Exhibió más firmeza, con 29 errores no forzados y 43 golpes ganadores. Costa, en cambio, incurrió en 66 fallos. Es el primer triunfo de Mantilla sobre Albert en pista dura, pues en los dos enfrentamientos anteriores, en Indian Wells y el año pasado en el Open de Australia, la victoria sonrió al de Lérida. Mantilla no se recató a la hora de hacer declaraciones: «He recuperado el hambre que me hizo estar arriba. Y es que no hace mucho llegué a pensar que me quedaba poco tiempo en mi carrera, por lo que decidí disfrutar del tenis, que es mi pasión. Confieso que soy un afortunado. Lo tengo todo: salud y un trabajo que me gusta. Por ahora aquí me van bien las cosas». En octavos tendrá como adversario a Grosjean (12 favorito), vencedor del ecuatoriano Nicolás Lapentti. «Es un tenista muy cualificado», señaló, refiriéndose al marsellés. Costa reconoció que Mantilla «jugó muy bien, y además me está costando coger el ritmo a la temporada».