«Las emociones fuertes de la política me han influido»

Manuel Martínez con serenidad a los Mundiales de Birmingham con la seguridad de haber «reencontrado el camino». El viernes próximo, cuando Martínez se disponga a disputar la calificación de peso a las 10 de la mañana en Birmingham, lo hará «con tranquilidad, asegurando, sin la presión de querer impresionar», sin la obsesión que en Múnich le agarrotaba los brazos. Martínez minimiza la importancia del quinto puesto de Múnich cuando partía como favorito. «Fue una competición como tantas otras, en la que podías ser primero o quedar más atrás», comentó tras lanzar en Portugal 20,82 metros. Su entrenador, Carlos Burón, piensa de otra forma. «Desde una semana antes de los Europeos le vi distinto. Quería, no sólo ganar el título, sino hacerlo tirando 22 metros. Se presionó mucho y empezó a encoger el brazo, a acortar los movimientos. Desde entonces estaba encogido», comentó el técnico durante los recientes campeonatos de España en Valencia. Martínez asegura que, pese a que hasta hace nueve días no pudo superar los 20 metros (20,06 en los campeonatos de España), nunca se puso nervioso. «Son otros los que estaban nerviosos. Yo sabía las condiciones en que estaba, los problemas que he tenido y no me preocupaba en exceso». El 31 de enero, víspera de la reunión de Zaragoza, un corte de digestión le produjo a Martínez una gastroenteritis que le hizo perder seis kilos. Unos meses antes había perdido otros diez, esta vez voluntariamente, mediante una dieta. Había llegado a pesar 142 kilos y se quedó en 126. Quería eliminar grasa. «Bajar de peso tan rápido, por la gastroenteritis, me perjudicó mucho porque perdí, sobre todo, agua y el agua es el alimento del músculo. Pero hay otros factores que influyeron, como las emociones fuertes de aceptar ser candidato a la concejalía de León», explicó. Su vida privada se llenó de ocupaciones ajenas al atletismo. Martínez tuvo problemas con una marca patrocinadora y además decidió presentarse como candidato del Partido Popular a las elecciones municipales de mayo. El duro invierno leonés le impidió trabajar al aire libre. Tuvo que entrenarse lanzando la bola contra una pared, sin poder contemplar toda la evolución del lanzamiento. «Me sentía débil y quería ir más rápido de lo que se debía. Cuando eso ocurre, acortas el movimiento y lo estropeas todo. Ahora me veo más tranquilo, más amplio, mejor colocado», afirmó en la jornada de ayer. A los Mundiales de Birmingham acudirá con la tranquilidad de no estar entre los grandes favoritos. Hace dos años, en Lisboa, obtuvo la medalla de bronce mundialista. Ahora hay seis lanzadores por delante de él en la lista mundial del año. «Iré con la confianza de haber reencontrado el camino. La marca de 21,70 de Kevin Toth es impresionante, pero es un lanzador irregular. Más inquietantes son los 21,46 del ucraniano Yuri Belonog, mientras que el finlandés Arsi Harju es un perro viejo muy peligroso», pormenorizó. Podium en el Mundial Con su marca de 20,82 metros, Martínez piensa que puede estar en el podio de los Mundiales. «En la calificación iré a asegurar, y la final es una lotería. Cualquier cosa puede pasar. En una competición de un solo día influyen muchos factores», concluyó.