La Deportiva salva un punto in extremis con el Ourense (1-1)

Kiko había adelantado a las huestes de Gómez en una acción de especialista, pero cuando el público ya desfilaba, en el minuto 94, apareció Ramón Pereira para llevar las tablas al marcador. Los locales se vaciaron, haciéndose acreedores al empate. El público supo reconocer su esfuerzo. Había mucho en juego en el partido de ayer y por eso tanto la Deportiva como el Ourense buscaron la victoria con todas sus fuerzas. Tanto es así, que algunos jugadores acusaron tamaño desgaste y no pudieron llegar al final de la contienda. Y es que en el bando local hubo que redoblar esfuerzos para restablecer la igualada que había deshecho Kiko Rey. El goleador de A Mariña lucense, que había estado en tratos con la Deportiva el pasado verano, firmó un tanto de verdadero especialista, yéndose de Tomás dentro del área y escorado a la izquierda, para salvar la oposición de Álvaro con un remate inverosímil por donde no parecía posible que se colara el esférico. Al final encontraron premio los de Simón, cuando el Ourense pedía la hora masticando ya un botín que iba a permitir a los rojillos presentar su candidatura a la lucha por la promoción, un reto que aún pueden alcanzar pese a todo. El otrora denostado Ramón Pereira salvó los muebles cuando ya no había tiempo para más, al aprovechar un rechace después de una espectacular melé dentro del área forastera. Elía fue la figura del Ourense Aunque empezaron asustando los hombres de Antonio Gómez por medio de Rubén Pérez y Kiko Rey, los locales fueron reaccionando con el paso de los minutos. Si Álvaro tuvo que emplearse a fondo para neutralizar los remates de Rubén, Dani Cobo y Adolfo Domínguez, después llegó el turno de su colega Juantxo Elía, que respondió a una sucesión de disparos y siempre con éxito, evitando que la Deportiva se marchase a los vestuarios con el marcador en franquía. Panadero remató a la media vuelta, Cascallar mandó un obús con la izquierda y siempre apareció el cancerbero navarro del Ourense para desbaratar el peligro. También tuvo algo de fortuna en su empeño de mantener imbatido el marco, ya que Jesús Panadero remató de cabeza un centro de Alejandro y la pelota salió a escasas centímetros del poste, con Elía ya superado. También pudo haber anotado Igor, pero el vasco no supo concluir con acierto un buen servicio de Cascallar en el llamado pase de la muerte. Para el conjunto gallego, Rubén pudo haber marcado también antes del descanso, pero mandó a las nubes después de un despeje deficiente del meta local Álvaro. Todo quedaba así pendiente para el segundo tiempo ya que el partido estaba muy abierto. Y así siguió tras el descanso. Rubén y Burgueña se estorbaron al intentar rematar con la testa un centro desde la derecha, pero minutos después Kiko no perdonó, en una de las contadas ocasiones que se le presentaron. Es lo que diferencia a los grandes jugadores. A partir de entonces -quedaba más de media hora por delante- la Deportiva se volcó sobre el marco de Elía, lo cual también supuso un peligro adicional por las contras de los gallegos, cuyo principal pecado fue no sentenciar el choque. Igor fusiló desde lejos, pero respondió bien Elía, igual que ante Alejandro y Cascallar. El navarro parecía imbatible hasta que Ramón Pereira empujó a la red desde cerca un balón perdido tras un rechace dentro de un área repleta de jugadores. ¿Justicia o injusticia?, sencillamente fútbol.