Clemente se apunta el tanto de León

El entrenador del RCD Espanyol, Javier Clemente, se mostró partidario de que la selección española de fútbol alterne las sedes de sus encuentros para fomentar el interés de los aficionados, sobre todo en ciudades sin fútbol de Primera División, y se defendió de las acusaciones de llevarse a España de la ciudad de Sevilla en su época de seleccionador. Aprovechando el revuelo que ha creado en León presencia de los jugadores de Iñaki Sáez, donde algunos aficionados saltaron el martes al campo de entrenamiento para abrazar a sus ídolos, Clemente opinó que la alternancia de sedes persigue este contacto entre el público y la selección. «Se trataba de esto. Entendí que la selección tenía que ir a muchos sitios. Sevilla llegó un momento en que llegó al límite y cuando tu vas muchas veces a un mismo sitio ya no es una novedad y al final es lo que pasó con Sevilla», se defendió el técnico vasco. Clemente recordó que en Sevilla «sólo iba la gente al campo en partidos decisivos como el de Dinamarca o Eire, pero cuando tocaba jugar contra Armenia o Lituania iban 1.300 y tenías que abrir las puertas o poner muñecos» y aseguró que «la gente se saturó». La apuesta de Clemente de llevar la selección «a ciudades donde no hay fútbol de Primera y que no han visto nunca a Raulito y compañía» motiva que los seguidores «se vuelquen porque les importa un comino si juegas contra Armenia o quien sea». «A mí me vendieron que fui el responsable de quitar la selección de Sevilla y ahora cada vez que me acerco por allí me critican», comentó. Sin embargo, y cuestionado sobre si España debería jugar también en Bilbao, el técnico españolista declaró que se trata de un caso aparte. «Para que vaya la selección lo tiene que solicitar la ciudad. Bilbao es un tema diferente porque si la ciudad no te solicita tu no puedes ir allí a jugar por la cara», concluyó.