¿Quién será el líder?

TODOS los equipos cuentan con un líder en el vestuario, ese jugador capaz de galvanizar a sus compañeros en los momentos decisivos, del que las crónicas hablan que «se echó el equipo a la espalda» para superar la difícil prueba. Los líderes suelen ser normalmente las estrellas, los más competitivos o los veteranos. Esto últimos basan la jerarquía en el respeto que se han ganado por dedicar su vida profesional al club en el que militan. Estaríamos hablando de Obdulio Varela, Alfredo Di Stéfano, Pelé, Johan Cruyff, Diego Armando Maradona, Franz Beckenbauer, Pep Guardiola, Roberto Baggio y tantos otros. La duda surge cuando en un equipo coinciden varias de los mejores jugadores del mundo. Es lo que pasa en el Real Madrid, que acaba de incorporar la última estrella de la era Florentino Pérez: David Beckham. Si alguien preguntara hoy quién es el líder del vestuario del Real Madrid, más de una mano se levantaría para reclamar la paternidad del simbólico puesto. «Yo», diría Zinedine Zidane, lo mismo que podría repetir Raúl, Ronaldo, Roberto Carlos, Luis Figo o Fernando Hierro, el «gran capitán» del equipo. También podría reclamar el liderazgo Beckham, que aunque es el último en llegar procede de un equipo, el Manchester United, donde nadie le discutía la jefatura. Ningún equipo de fútbol en el mundo tiene una plantilla de tanto brillo como el Real Madrid. El añadido del «Spice boy» ya ha comenzado a tener repercusiones -el centrocampista José María Gutiérrez «Guti» quiere marcharse- y ha reabierto el debate sobre cómo se integrará en el cóctel blanco. Su director deportivo, Jorge Valdano, rehuye con hastío el resurgimiento de un debate que ya hubo cuando llegaron Zidane, el fútbol más elegante del momento, y Ronaldo, el «Fenómeno». «Los cracks no sobran nunca en ningún equipo del mundo», sostiene Valdano, convencido de que la adaptación de Beckham a un vestuario en el que conviven muchas estrellas se logra «desde la normalidad». Sin embargo es poco normal reunir en un mismo equipo a tres «Balones de Oro» (Ronaldo -en 1997 y 2000-, Figo y Zidane); dos mejores jugadores del mundo (Zidane y Ronaldo); tres campeones del mundo (Roberto Carlos, Ronaldo y Zidane); el máximo goleador de un Mundial (Ronaldo); tres segundos en el «Balón de Oro» (Raúl, Beckham y Roberto Carlos). Todos ellos reclaman dejar su huella en el cemento de la fama.