Diario de León

León renace y cumple con el reto (71-80)

Los de Jareño prueban su mejoría al sumar el segundo triunfo en la pista maldita de Mahón

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Miguel Urbano - mahón
León

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Baloncesto León ha vuelto a respirar. El viaje a las Islas Baleares ha servido para que el equipo se reencuentre con la victoria, y que los jugadores, la afición, y sobre todo el técnico, recuperen unas buenas dosis de confianza para afrontar ahora la parte más asequible del calendario tras un duro arranque. El equipo viajaba a Mahón como colista circunstancial de la clasificación, pero colista al fin y al cabo. La crisis acuciaba a un equipo que no se reconoce en estas posiciones de la tabla aunque experimentó el año pasado idéntica situación, y presentaba una producción en serie de dudas una vez consumidas ya seis jornadas desde que se iniciara el campeonato. En el partido frente al Coinga Menorca, los jugadores de Leónmostraron una gran actitud, algo que sí se ha mantenido en una plantilla sobre la que en muchas ocasiones se han planteado dudas. Ayer, sin embargo, el conjunto leonés demostró tener recursos en muchas fases del encuentro, y aplastó a su rival en un último cuarto memorable. En el Menorca, por su parte, acusaron la ausencia de equilibrio, la insuficiente aportación de los exteriores y la irregularidad de los pívots, que acabaron por provocar la cuarta derrota en el campeonato que despertó incluso cierta indiferencia entre la afición. No premió a sus jugadores con aplausos a su retirada ­salvo los incondicionales miembros de la peña­ como suele ser norma gane o pierda. León comenzó mucho mejor que su rival, con la auténtica intensidad de que desea Ángel Jareño desde el primer minuto. El equipo arrancó con mucho ritmo, y muy pronto Mosley y Onyekwe se habían hecho dueños de la pintura. León cobró ventaja 2-7 y el técnico local, que dejó en el banquillo a Floyd por su mala actuación la semana pasada en Huelva, optó por introducirlo en cancha, lo que equilibró el partido. El Menorca cerró el rebote con la ayuda de Manzano, y la segunda falta de Mosley con el resultado de 5-9 en el marcador terminaba por desquiciar a los leoneses. El partido se fue frenando para acabar el cuarto con igualdad en el marcador. El Menorca salió como un ciclón en el segundo cuarto, y consiguió cerrar una defensa férrea, con Floyd y Moss anotando desde dentro, lo que le permitió aplicar un parcial de 8-1 a León que le dio la máxima ventaja (34-24) a falta de cuatro minutos para el descanso. León estaba fuera del partido, y tardó la mitad del cuarto en anotar su primera canasta en juego. El entrenador local inicio las rotaciones y decidió descanso a Camps, por el que entró Rojas en la posición de base. Por su parte, Jareño aprovechó para otorgar un parón a Urreizti sacando a Pepe Llorente a la pista, que se reencontró con sus mejores momentos en la dirección de juego y sobrepasó claramente al base menorquín. Esta situación permitió a León devolver el parcial de 1-9 al rival, lo que llevó al equipo al descanso tres abajo y con muchas esperanzas de hacer algo grande en la pista maldita de Mahón. Martín regresó en el perímetro El partido se reanudó con alternativas constantes en ambos conjuntos, en lo bueno y en lo malo, pero al final fue el Menorca quien peor administró esa irregularidad. Los mahoneses cargaron su producción ofensiva sobre Moss como mejor y casi única alternativa, porque Floyd se había desconectado y cuando León supo cerrar su defensa apareció Paco Martín en ataque para rematar a los mahoneses desde el perímetro con 10 puntos casi consecutivos. El Menorca había desperdiciado la máxima renta del segundo cuarto (+11) y entraba en el definitivo con sólo dos puntos para buscar la victoria. El desajuste provocado atrás por la irrupción de Martín concedió más alternativas al ataque leonés reflejado en un parcial letal de 0-8 (58-64) bajo la batuta de Iker Urreizti. El grupo de Jareño había sabido aguardar su momento y no lo desperdició. Mientras, el Coinga Menorca se había ido a otra parte, todos buscaban a Moss y el equipo se tiraba cas cinco minutos sin anotar. Camps tomó la responsabilidad y buscó el imposible pero con 60-67 a 5 minutos del final y 66-73 en el último, el Menorca ni supo ni pudo impedir la derrota. León consiguió de este modo una victoria en su cancha maldita, en la que había caído en cinco ocasiones en sus tres años LEB, y que le otorga oxígeno para recibir el próximo sábado al debutante Aracena. El equipo ya no es colista y encadenar otra victoria le auparía notablemente en la tabla.

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