Torres ratifica con dos goles la marcha triunfante del Atlético (1-2)

El Atlético prosigue con su marcha triunfal y logró su cuarta victoria consecutiva, en esta ocasión ante un Betis que pierde por primera vez en su campo y que se mostró muy desdibujado durante todo el encuentro. Los atléticos, muy seguros de sus posibilidades después de la buena racha que han encadenado, se dispusieron bien sobre el terreno y ello complicó mucho el juego del conjunto verdiblanco en los inicios. El equipo que dirige el jiennense Gregorio Manzano se aproximó con intención al área de Contreras en alguna ocasión y sobre todo estuvo muy batallador en el centro del campo, con lo que controló siempre el juego. Pese a ello, el Betis, que lo había intentado en un par de ocasiones a balón parado, no perdonó a los veinte cuando el brasileño Marcos Assuncao, en un libre directo desde buena posición, le puso el balón imposible a Juanma, quien a última hora sustituyó como titular al meta argentino Germán Burgos, al quejarse éste en la zona abdominal durante el calentamiento previo al partido. El gol hizo daño El Atlético de Madrid salió muy afectado del tanto encajado, todo lo contrario que el equipo de Víctor Fernández, que, con los delanteros Tote y Fernando muy activos, creó muchos problemas a la defensa colchonera. La historia se repitió, ya que si el tanto bético llegó cuando mejor jugaba el Atlético, ahora fue el conjunto madrileño el que marcó cuando parecía tocado y sin muchas opciones. El gol, de muy bella factura, fue del internacional Fernando Torres, quien prolonga así una jornada más su racha ante los marcos rivales, sobre todo cuando a los cinco minutos de la reanudación del partido en la segunda mitad transformó un penalti que le hizo el uruguayo Tais al griego Nikolaidis. El Betis estuvo muy impreciso en la segunda parte, sin que aportaran nada sus dos extremos, el brasileño Denilson y Joaquín, y sin que se encontrara la fórmula de crear peligro conforme avanzó el partido. Con opciones hasta el final Así se entró en la fase final del encuentro, en la que los locales redoblaron sus esfuerzos para, al menos, conseguir la igualada en este partido, lo que estuvo muy cerca de suceder con un cabezazo de Arzu que acabó con el balón repelido por el larguero, y que hubiese supuesto al menos para el equipo sevillano el mantener su campo como imbatido en esta temporada. Los béticos a la desesperada se chocaron con un rival que controló bien en la defensa el juego y que incluso intentó a la contra sentenciar el encuentro de forma definitiva hasta el final, aunque bien pudo ser una jugada de Denilson u otra de Tote la que pudo dar la igualada al marcador y el reparto de puntos que no llegó.